Muchos habrán oído hablar de los “Seis de Amberes“, el dream team de la moda belga. Seis diseñadores flamencos (Walter Van Beirendonck , Ann Demeulemeester, Dries Van Noten, Dirk Van Saene, Dirk Bikkembergs y Marina Yee), todos antiguos estudiantes de la Academia Real de Bellas Artes de Amberes, son considerados las figuras icónicas de la alta costura belga. Se les achaca haber propulsado al país al escenario internacional, y haber abierto paso a miles de estudiantes que acuden actualmente a Bélgica con la intención de emprender una carrera en el mundo de la moda. Si a esto le sumamos el ModeMuseum, el Flanders Fashion Institute, el desfile de moda de la Academia de Amberes, el Brussels Fashion Days... el resultado es un país muy comprometido con la industria de la moda.
A pie de calle la moda belga también ha tenido un gran impacto, y sobre todo el concepto 100% belga. Aparecen cada vez más tiendas que apoyan a los creadores belgas vendiendo todo tipo de productos que, más allá de interesar al típico guiri, juegan con los tópicos más conocidos por los locales, y hasta con la identidad de un país. Es el caso de tiendas como Belgikïe (36 rue longue vie), una tienda que nace del deseo de impulsar el comercio responsable y local. En ella encontramos los productos de la marca Belge une fois. Belge une fois juega con el brusseleir, ese dialecto mezcla de francés belga y flamenco que sólo ellos hablan y que el resto no entendemos. Su totebag con expresiones típicamente brusseleirs como “oufti il est pelant celui-là”, “il fait caillant ce matin”, o “allez, viens manneke!” resulta gracioso y confuso a la vez. Te parece el mejor recuerdo que puedes llevarte de vuelta a casa y a la vez necesitas una aclaración. Cosa que no siempre resulta fácil, al tratarse de unas expresiones tan idiomáticas. Lo mismo ocurre con sus camisetas con mensaje como “chaud comme une baraque à frites” o sus pins (“quel klet ce pey”, “french belgian fries”…). En resumidas cuentas, estas compras serán tan auténticamente belgas que necesitarás traducirlas a todos tus conocidos.
La segunda marca 100 % belga es Bel-Y-Wood, una tienda física que lamentablemente solo está en Lasne (Waterloo). Corine Leenen decide abrir esta tienda dedicada únicamente a vender productos de creadores belgas que ella misma elige, a través de las RRSS y la prensa. Es un negocio que según ella se inscribe en el concepto de “slow fashion“: una fabricación transparente, respetuosa con los derechos humanos y el medio ambiente. Aquí os dejo su FB donde cuelgan fotos de los productos (ya que por el momento no las encontraréis en la web). ¡Mención especial a sus camisetas de Mais qui es-tu !
Y por último, un genial descubrimiento en el último Flashback Festival: Siméon Claque y sus pajaritas retro-naïf. Caroline y Christine eran dos estudiantes de grafismo que se conocieron en la carrera y decidieron fundar este proyecto. La originalidad reside en el producto y su destinatario: corbatas y pajaritas para mujeres y niños. A través de la estética cincuentera pero también de colores y texturas suaves consiguen desdramatizar la pajarita tradicional y convertirla en un complemento más de verano, igual de ponible con unos vaqueros en plan casual que con un vestido, más formal.
¡Disfruten de sus compras!