Por fin he tenido mi primera gran fiesta universitaria. El evento ha colmado mis expectativas sobre la fiesta belga con creces: Por solo 5€ hemos podido disfrutar de muchos conciertos con diferentes tipos de música y un ambiente inmejorable.
A partir de las 20:00 de la noche el campus de la ULB fue llenándose de jóvenes dispuestos a darlo todo. Una vez enseñada la pulsera, tenías acceso a cualquier parte del festival en el que había de todo: Puestos de bebida (la cual se pagaba en jetones que previamente tenías que cambiar por euros) de comida china, kebabs, bocadillos… y tras atravesar todo ello se situaban los conciertos.
Los diferentes tipos de música se dividían en tres escenarios, aunque el más popular fue el mainstage, donde pincharon múltiples DJs y se reunía la mayor parte de la gente. La verdad es que los belgas parecen cerrados pero NO lo son. En ambiente de fiesta lo mejor que puedes hacer es ir a este tipo de festivales para pasarlo genial y conocer a un MONTÓN de gente de diferentes nacionalidades y practicar un poco los idiomas. Si sólo vas con españoles está bien, pero cuando vas a un sitio nuevo lo mejor es integrarse y aprender otra forma de vida que antes no conocías.
Sólo espero que se celebre otro pronto, porque este ha sido el punto clave que ha dado comienzo a mi etapa “Erasmus” Aquí os dejo con una expresión belga con la que no faltaron risas durante toda la noche:
À main… À bouche… À cul….Nom de Dieu!
Soy Mayte Hervás y seré la nueva corresponsal Erasmus durante los próximos 5 meses en la ciudad de Bruselas. Lo cierto es que tengo muchas ganas de empezar esta nueva etapa en el blog, en el que podréis echar un vistazo a mi forma de ver la vida belga con alegría y humor, aunque también seré seria cuando tenga que serlo.
Curiosear por el extranjero es una gran virtud que se instaló en mí desde muy pequeña y por ello he esperado tres largos años de mi carrera de traducción para poder conseguirlo. ¡Me voy a Bruselas, y encima corresponsal!
Bruselas siempre ha captado mi atención, no solo por ser el centro neurálgico de Europa, sino por las diferencias culturales que existen entre la capital de Bélgica y España. Toda mi vida he vivido en una pequeña ciudad de Albacete (Hellín) y desde que me fui a estudiar he estado viviendo en Alicante; ambas ciudades completamente opuestas a la capital grande y europea que me va a acoger este año.La cantidad de eventos musicales que oferta Bélgica, que va desde pequeñas salas con música en directo hasta festivales, ¡me tiene impaciente por llegar!