Habréis podido comprobar que los mercadillos de Navidad son trending topic en Bruselas en estas fechas, pero no es para menos. No me canso de visitar todos estos mercadillos e investigar en cada uno de sus puesto todas las cosas que en ellos ofrecen, y esta vez le tocó su turno al mercado de Navidad de Sant Catherine.
Miles de luces, un gran olor a dulces navideños y al famoso vino caliente que preparan los belgas, cientos de personas caminando en estrechas aceras mientras simplemente dan un paseo o realizan sus compras de última hora para esos regalos que tienen pendientes. Los niños parecen más felices que nunca, y no es para menos, porque entre la foto que se han podido hacer con Papá Noel (que no deja de caminar entre los puestos saludando a la gente), que están de vacaciones, y que saben que al fondo de todo este mercadillo se ve una gigantesca noria donde podrán subir y ver Bruselas desde arriba, ¿cómo no estar felices?
Y no solo los niños, también los mayores desean que la calle de los puestos llegue a su fin para el colofón final: una vuelta en la gran noria instalada en esta plaza y desde la que se puede ver gran parte de la preciosa ciudad de Bruselas.
Siempre me ha encantado el ambiente navideño pero, particularmente, el que se respiraba en esta plaza, era más encantador de lo habitual. Si no me creéis, mirad este video que lo demuestra.