Si alguna vez has visitado Malinas, sabrás lo imponente que su catedral. Si no, déjame que te lo diga: es increíble. Convertida en símbolo de la ciudad y visible incluso desde las ciudades colindantes, la torre de San Rumoldo es toda una maravilla arquitectónica tan interesante como misteriosa. Medio milenio después de su construcción muchos detalles de su historia siguen siendo un misterio. ¿Quizás sea eso lo que la haga un monumento tan especial? En el informe temático de hoy vamos a repasar algunas de sus curiosidades más famosas. ¡Empezamos!
Catedral de San Rumoldo vista desde la Grote Markt de Malinas.
En la época de construcción de la torre, los campanarios eran un símbolo de estatus para las ciudades. En Malinas no solo está el de la torre de San Rumoldo, sino que la ciudad alberga otros dos campanarios. Ambos están, además, reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. ¿Algo que no tienen los demás? ¡Mezcla de estilos! Aunque al principio el ritmo de construcción fue bastante rápido, poco a poco fue ralentizándose. Con ello el estilo predominante fue cambiando, y las decoraciones de la fachada son la prueba viva de ello.
Pero el diseño original de la torre es, probablemente, el misterio más grande. Actualmente sabemos que los trabajos de la torre fueron dirigidos por cuatro miembros de la familia Keldermans, conocida por llevar la arquitectura en la sangre: Andries, Anthonis I, Anthoni II y Rombout. Aunque su altura es de casi 100 metros –97,30 metros para ser exactos- cuenta la leyenda que el plan inicial era alcanzar los 160 metros. ¡Mucho más que la Sagrada Familia o la catedral de Amberes! Los motivos para no alcanzarlos no están claros, pero hay varios rumores al respecto. El primero y más realista que la torre prácticamente no tiene cimientos. Sí, sí, como lo lees.
Según estudios recientes, los cimientos de la catedral no llegan ni a los 3 metros de profundidad. Y claro, la estructura actual ya es pesada de por sí: entre maderas, piedras, cementos, relojes y carrillones, la torre pesa más de 42.000 toneladas. Si además pusiéramos otros 60 metros de torre… ¡qué peligro! Pero eso no es todo. Hay quien afirma que las piedras de la aguja de la torre fueron robadas y que actualmente se encuentran en algún lugar de los Países Bajos. También hay quien afirma que sencillamente se quedaron sin presupuesto y tuvieron que dejar las obras como están hoy en día. ¡Supongo que nunca sabremos la verdad de esta historia!
Catedral de San Rumoldo de noche vista desde la Grote Markt.
Una torre tan antigua no podía no ser también una fuente de mitos. ¿Conoces el de los apagalunas? Se dice que allá por el 1687, en la noche del 27 al 28 de enero, un hombre borracho se dirigía a su casa tras una noche de fiesta. Un resplandor rojizo cubría la torre, lo que a su juicio era una señal inequívoca de que había un incendio en la torre. Así que rápidamente dio la voz de alarma y enseguida se formó una cadena de personas subiendo cubos de agua por las escaleras. Tan pronto como desapareció la última nube del cielo, los malineses se dieron cuenta de que lo que estaban intentando apagar era la luna. Semejante show no tardó en extenderse como la pólvora, por lo que todavía a fecha de hoy a los habitantes de Malinas se les llama apagalunas.
Por suerte no fue más que un susto -¿o más bien una leyenda?- pero lo cierto es que la torre si ha llegado a arder. Mucho antes, durante la construcción de la catedral, se desató un incendio real en la estructura. Corría el año 1499 cuando se acababan de instalar las primeras campanas del campanario. El fuego alcanzó tales magnitudes que las campanas se fundieron parcialmente. Por suerte pudieron recuperarse para fundirse de nuevo. ¡Por ello no se conservan campanas anteriores a esa fecha!
Torre de San Rumoldo al atardecer.
Podríamos seguir hablando durante párrafos y párrafos sobre la historia y anécdotas de la torre de San Rumoldo, ¡pero debemos controlarnos! Será mejor que te acerques a Malinas y la visites con tus propios ojos. La catedral tiene su propia página web y en ella podrás encontrar toda la información que necesitarás para organizar tu visita. Es más, te recomiendo que pases el día en la ciudad. Cuando quieras hacer un descanso, echa mano de esta guía sobre los mejores sitios para descansar en Malinas. Mientras tanto, no pierdas de vista nuestro blog para seguir descubriendo todo lo que Flandes tiene por ofrecerte. ¡Hasta el próximo artículo!
¡Hola! Mi nombre es Pablo y desde hoy hasta el próximo mes de junio seré tu corresponsal de patrimonio de confianza. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universitat Politécnica de València, pero este año he tenido la oportunidad de hacer mi Erasmus en Malinas, provincia de Amberes. Aquí estoy cursando el short Programme en International Media & Entertainment Business de la Thomas More University of Applied Sciences.
Llevo cinco meses aquí, y en este tiempo he podido explorar Flandes y conocer su cultura muy de cerca. He viajado y me he colado en la comunidad flamenca para traerte la información como un local lo haría, ¡así que prepárate para conocer el patrimonio más curioso de Flandes!