Hoy voy a continuar con la segunda parte de la historia de la universidad. Son los últimos 200 años, una época convulsa y complicada que dió lugar a la separación de la Universidad, la quema de la Gran Biblioteca (dos veces!!) y numerosos cambios a lo largo de esos años.
En 1794 las tropas revolucionarias francesas ocuparon Bélgica y en 1797, en pos de acabar con los vestigios del Antiguo Régimen, disolvieron la universidad. Así se llegó al año 1814 en que, tras la primera derrota de Napoleón, se reunificaron los Países Bajos y se creó de nuevo una universidad en Lovaina, esta vez una Universidad Estatal, bajo dominio holandés. Esta es la época de las románticas revoluciones nacionales, y Bélgica no fue una excepción. En 1830, con el apoyo de grupos católicos y liberales, Bélgica logró su definitiva independencia. Como consecuencia, en 1835 se cerró la Universidad Estatal de corte holandés y se instauró la Universidad Católica de Lovaina. No estuvo, no obstante, exenta de conflictos internos, en esta ocasión entre los grupos católicos y liberales y los grupos ultraconservadores.
Durante este siglo XIX se desarrollaron sobremanera los estudios e investigaciones, se crearon escuelas de ingeniería civil, laboratorios químicos, el Instituto de Agricultura y el Instituto de Filosofía. Las humanidades, filosofía, historia y estudios orientalistas vivieron un gran auge. También se crearon la Escuela de Política y Ciencias Sociales y la de Negocios.
Llegó así el siglo XX con sus dos guerras mundiales. En la primera de ellas, en 1914, la gran Biblioteca Universitaria fue reducida a cenizas, y reconstruida más tarde con fondos públicos e internacionales, en 1928. También en esta época (1920) es el momento en que por primera vez se admitieron a mujeres como estudiantes (¡40 años más tarde que en otras muchas universidades!). Pero los conflictos internos continuaron, y en esta ocasión fueron conflictos entre valones (de habla y cultura francesa) y flamencos (de habla y cultura holandesa). Si no bastaba con esto, las tropas nazis invadieron el país en 1940 y la universidad volvió a sufrir las consecuencias de la guerra, con su biblioteca ardiendo otra vez y la vida universitaria interrumpida. Tras la guerra, la política universitaria volvió a dar un paso adelante, abriéndose a todas las capas sociales. Pero las demandas flamencas de una universidad únicamente en su lengua persistieron. Así, en 1968 se llegó a un acuerdo de separación creándose la KU Leuven (Katholieke Universiteit Leuven, en flamenco) y la Université catholique de Louvain (en francés), trasladándose esta última a la zona valona (mitad sur del país), en Louvain-la-Neuve. A partir de la década de los 60 los movimientos democráticos se vieron reflejados en la organización de la universidad, perdiendo fuerza la influencia del episcopado, que hasta entonces tenía un mayor poder. Actualmente, los departamentos académicos y de administración están, por ello, separados.
Así llegamos a la universidad en la actualidad, de la que os hablaré en otro post, a través de siglos de historia de una universidad en la que se reflejan claramente los avatares de la misma historia de Europa…