Quien me conoce sabe que tengo dos hermanos: Lluís, solo once meses más pequeño que yo, y Rocky, el hermano menor de los tres, de apenas cinco años. Rocky es un poco diferente que Lluís y yo. A parte de que él es el mimado de los tres hermanos (el favorito de mamá, papá y de la abuela), es rubio. Sí, como lo oís, rubio.
Rocky es mi mejor amigo y tener que separarme de él hace apenas unas semanas, fue un golpe muy duro. Sin embargo, estar en Bélgica, lo hace más fácil. Brujas, ni más ni menos, es la ciudad de los Golden y Labrador Retrievers. Paseando por sus calles, en tan solo media horita, puedes ver tranquilamente una docena de Goldens o Labradores. Mi paraíso.
Quizá os preguntaréis a qué se debe la popularidad de estos mimosos en Brujas (a ver, es un poco extraño que haya más Retrievers por metro cuadrado que fuentes). Pues toda curiosidad tiene su historia y esta es tan bonita que merece un post.
Si habéis estado alguna vez en Brujas y habéis tenido la oportunidad de pasar por delante del Côté Canal B&B, seguro que habrá caído alguna foto, porque seamos sinceros, el lugar lo merece. Hace unos años, pasó a ser uno de los lugares más fotografiados de la ciudad, pero no solo por su arquitectura, sino también por Fidèle, un encantador labrador que día tras día se echaba la siesta encima de un cojín, en una ventana que daba al canal Groenerei. Los barcos turísticos del canal, a menudo se paraban expresamente para que los turistas pudieran hacerle la foto a Fidèle, y sus fans, incluso, llegaron a enviarle correos y paquetes con juguetes. Además, en 2008, su fama augmentó al aparecer en una película rodada en ese mismo canal y en un anuncio televisivo de Godiva Chocolatier.
Desgraciadamente, una tuitera llamada Amy dio la noticia que Fidèle había fallecido en 2016. Haciéndose el tuit viral, la gente entristeció al saber que no volverían a ver al perro más famoso de Brujas. Para recordarlo, la gente empezó a compartir fotos e historias de Fidèle de diferentes años, generando así una larga cadena de fotos del simpático labrador.
Fidèle llenó de alegría a su familia y a desconocidos de todo el mundo, y aunque hoy ya no esté, su ventana junto al canal Groenerei sigue siendo un sitio increíblemente bonito para ir, sentarse y rendirle homenaje.
Fidèle, su historia y un paseo por su ventana, hoy, me hacen sentir más cerca de mi hermano.
Nos leemos pronto.
Soy Núria, una catalana de veintidós años que lleva esperando su Erasmus en Flandes desde antes de empezar la carrera. Me encanta leer, escribir y hablar. Escuchar también, me encanta aprender cosas nuevas. No podría vivir sin arte. Cuando estoy triste escucho música y cuando estoy feliz también. Amo comer, supongo que el amor por la comida me viene de mi padre. En mi casa, siempre hemos sido de probar platos típicos de otras culturas, y no solo eso, de aprender a cocinarlos también.
Desde los catorce, tuve claro a qué me quería dedicar. Mi sueño era bastante específico: estudiar periodismo en Madrid. Luego, llegó el bachillerato y con ello las clases de economía. Nunca pensé que me fuera a gustar algo así, pero vaya si me gustó… La economía me generaba una curiosidad tan grande, que la puse de primera opción junto con ADE. De esta forma, en 2016, empecé un doble grado en economía y ADE. Descubrí un mundo nuevo, y fui consciente de lo importante que era la economía para ayudar a la gente. Comprendí que los economistas son importantes, pero no para lo que cree la mayoría de la gente. Ellos pueden elaborar modelos para reducir la pobreza, extinguir la corrupción e incluso evitar guerras. A medida que aprendía más cosas, mi amor por la economía crecía. Hoy, la economía me apasiona, de esto no tengo ninguna duda, pero el periodismo aún forma parte de mí.
2 comentarios
¡Muy buen post! ¿Para cuándo una foto de tu hermano (el rubio)? ; )
Para dentro de muy poquito, ¡que se vienen sorpresas!