Éste túnel a 31 metros bajo el agua esconde un secreto histórico.
Se trata de un tunel subterráneo en forma de tubo de 572 metros de longitud que cruza el río Escalda: el Tunel de Santa Anna o como se conoce en Amberes popularmente, el Voetgangerstunnel (túnel peatonal).
Fue construido en 1931 y conserva todo su interior desde entonces, sus escaleras mecánicas de madera son conocidas como las más antiguas de Europa o por lo menos de las primeras en su diseño y estilo, fueron una novedad en el campo de la ingeniería en ese momento. Junto a ellas, este pasadizo conserva toda su historia: las viejas señales de advertencia, los vestíbulos de las entradas…
El bache que trajo la guerra
En el 1944 el túnel sufrió un bombardeo por parte del ejército alemán que destruyó el acceso del lado izquierdo del río, es decir, el lado de la Amberes nueva. Quedó gravemente dañado y se tuvo que reconstruir en parte, en 1949 volvió a abrir sus puertas.
¿Para qué sirve?
El túnel conecta la Vieja Amberes (la ciudad y su centro) con el lado izquierdo del río, o bien: la Nueva Amberes, donde encontramos una zona más residencial. El acceso desde la Vieja Amberes es el más común, desde la plaza Sint-Jansvliet (a 4 minutos de Grote Markt). Un pequeño edificio cuadrangular al estilo Art-Deco. Un arte que también sigue su interior, hecho de cerñamica y azulejos.
Por Ambos lados tiene un ascensor enorme en el que caben 40 personas y a su vez dispone de las famosas escaleras mecánicas de madera. Subir en uno de los ascensores puede generar una sensación de claustrofobia al adentrase unos minutos bajo tierra, pero muchos estñan acostumbrados a emprender este pequeño viaje a diario para cruzar la ciudad.
Se puede cruzar a pie o en bicicleta, como es usual aquí, la zona está adaptada a las dos ruedas. Si vas andando, comprobarás como los locales cruzan el puente en bicicleta como una bala mientras tu te sorprendes por la normalidad en que se circula por este pasillo histórico.
Una vista panorámica de la ciudad
Cruzando hacia la Nueva Amberes se encuentra la playa de Sint-Anneke, donde muchos amberinos veraneaban antes de que fuera popular y posible veranear en el extranjero. Ahora, sigue siendo el lugar preferido de los habitantes para comer mejillones y tomar el sol y un lugar imprescindible para disfrutar de una vista panorámica de de Amberes, dicen que desde aquí la puesta de sol cobra una magia especial.
Sabías que…
El 17 de abril de 2009, se descubrió un poema del poeta amberino Joke van Leeuwen, que se colocó en las paredes del túnel una vez descubierto. El poema se puede leer pasando por el túnel en ambas direcciones, así como se puede apreciar una exposición de publicidad antigua y actual alineada a las escaleras mecánicas.
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¡Una hermosura!