Como os prometí en el pasado post acerca de las características Belgian Fries…
Os iba a enseñar la receta de estas riquísimas patatas, famosísimas entre los estudiantes de Gante a la hora de acabar una buena fiesta y ahuyentar la resaca que se aproxima a medida que asoma el sol de la madrugada.
Ingredientes (2 per)
- 3 patatas grandes
- 1/2 cebolla mediana
- 1 cucharada de harina
- 4 salchichas finas o 2 gruesas
- 1 huevo
- Aceite de girasol
- Pan duro
- Mayonesa
- Kétchup
- Salsa barbacoa
- Paprika
- Queso (opcional, a mi me gusta añadirle un poco de chédar, emmental, mozzarella)
Primer paso: Las patatas
Pelamos las patatas y las cortamos en tiras, dependiendo de cómo os gusten podéis hacerlas más gruesas o más finas, nosotras hemos decidido cortarlas así para no tardar mucho en hacerlas. En una sartén grande echamos aceite hasta una altura de unos dos dedos, para que al introducir las patatas estas queden totalmente sumergidas.
Ponemos el fuego alto y cuando el aceite esté caliente introducimos las patatas y dejamos unos 10 minutos. Espolvoreamos sal al gusto por encima y removemos. Tienen que cambiar un poco de color pero no verse tostadas. Esto es muy importante porque más tarde volveremos a freírlas para darles ese toque crujiente tan característico.
Segundo paso: La cebolla frita
Cortamos la cebolla en pequeños taquitos al estilo brunoise, en un táper introducimos la cebolla y espolvoreamos la harina por encima y agitamos bien. En una sartén echamos un chorrito de aceite y subimos el fuego. Cuando esté muy caliente echamos la cebolla y no dejamos de remover hasta que esté doradita. Cuidado que no se queme. Quitamos el exceso de aceite con un colador y colocamos la cebolla sobre un papel de cocina secante.
Tercer paso: Las salchichas
Aquí puedes elegir tan solo freír un poco las salchichas en una sartén caliente o pasar al nivel experto y empanarlas. Para ello tomamos un plato y batimos un huevo con un poquito de sal y orégano, mojamos las salchichas en la mezcla y luego las pasamos por un platito con pan rallado. Y a la sartén.
La creación final
Calentamos nuevamente el aceite, esta vez al máximo. Cuando esté bien caliente introducimos las patatas tan solo 5 minutos. Al sacarlas lo primero que espolvoreamos es la paprika, aprovechando que están caliente puedes echarle queso rayado por encima o trocitos cortados de una loncha normal y removerlas para que se deshaga. Añadimos las salchichas cortadas por encima y echamos las salsas al gusto. Y por último terminamos de decorar el plato con la cebolla crujiente.
¡Y ya estaría! Espero que os gusten y disfrutéis de este delicioso plato belga.
Mi nombre es Luna, tengo 20 años y vivo en Madrid. En general soy una apasionada de la vida, de los viajes, el arte, la música, el baile, el surf, el mar, la escalada… todo lo que suponga una aventura para mí siempre será un SÍ.
Este semestre mi aventura comienza fuerte: me he mudado a Brujas ¡La ciudad de ensueño! Y aunque apenas lleve aquí una semana, os puedo asegurar que así es. Todas las calles están bañadas de un aura especial, casi mágica.
Recuerdo una de las primeras noches aquí, entre las vacaciones y la lluvia las calles estaban vacías. Paseando a la luz de las farolas, sentí como si me transportara a otra era… Los suelos empedrados, el musgo creciendo por las paredes de una gran iglesia gótica, cuyas vidrieras relucían con luz propia. Todo parecía salido de un precioso y enigmático cuento medieval.