Me encanta viajar y descubrir lugares nuevos, por ello, estar de erasmus en una ciudad, una región y un país completamente nuevos para mí, es increíble. Cuando llegué aquí me propuse viajar por toda Bélgica, conocer Bruselas, Brujas, Gante, Lovaina… pero no quería visitar sólo los sitios más conocidos, quería descubrir también otros lugares. Por ello, una vez a la semana hacemos una escapada de un día a una nueva ciudad y así es como un día llegamos a una de las joyas escondidas de Flandes, Lier.
Amberes está a unos 15km de Lier, por lo puedes ir en tren en menos de 20 minutos, o incluso puedes in en bicicleta, ya que hay una ruta con carriles bici que conectan estas dos ciudades y que podrás encontrar en FietsNet.
Nada más llegar nos dirigimos a la Grote Markt, delimitada por edificios de estilo flamenco, entre los que destaca el Ayuntamiento. Éste es de estilo Rococó, y lo más sorprendente es que se construyó en 1740 adosado al campanario existente que data de 1369, declarado Patrimonio de la Unesco. El interior del Ayuntamiento se puede visitar y admirar ya que parece un palacio, salones con lámparas, cuadros y muebles de valor incalculable, una imponente escalera de caracol de madera… Además, alberga la oficina de turismo, en la cual os recomiendo que adquiráis un mapa, ya que en él os muestra las mejores rutas para descubrir Lier y sus highlights.
Nos dirigimos hacia el río y en sus orillas nos encontramos con dos edificios del siglo XVII y XVIII, dedicados al comercio, por lo que tenían acceso directo al agua y a los barcos que circulaban por el río.
Poco después, una torre con un complejo y elaborado reloj llamó nuestra atención. Se trataba de la torre Zimmer, y en su fachada se puede contemplar el reloj que más tarda en cumplir un ciclo del mundo, 25.800 años. Este reloj astronómico, obra de Louis Zimmer, está rodeado de 12 más y cada uno indica una cosa diferente: la semana, el mes, las estaciones, el ciclo solar… ¡incluso el zodiaco! Además, se puede visitar la torre, en la cual hay un museo dedicado a Zimmer y un planetario. Si quieres saber más sobre este reloj, el cual recibió los elogios del mismísimo Einstein, Ignacio lo explicó muy bien en este post.
Callejeando un poco, nos encontramos con una gran puerta de piedra, con la estatua de Santa Begga, patrona de las beguinas, la cual da acceso al el pequeño pero encantador beguinaje. Distribuido alrededor de la iglesia de Santa Margarita y formado por 11 estrechas calles, parece un escenario de película, tanto, que nos encontramos a una pareja sacándose las fotos de boda allí.
Salimos del beguinaje, por la puerta que da al bosque y paseamos por un camino paralelo al río, el cual rodea el casco histórico de la ciudad. Más adelante nos encontramos un parque y un lago preciosos, situados al sur.
Subiendo hacia el centro de la ciudad, por la orilla opuesta, descubrimos la iglesia de San Gomaro, de estilo gótico y del siglo XIV, cuyo conjunto de vidrieras, está catalogado como el más bello de Flandes. En su interior hay muchas obras de numerosos artistas flamencos, entre los que destacan, Otto van Veen y Maarten de Vos, maestros de Rubens. Además esta iglesia es muy famosa porque en ella se celebró la boda que unió Flandes y España, la boda de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, padres de Carlos I de España. De hecho, hay una ruta por Lier que se llama la ruta española, la cual podéis descubrir leyendo la entrada que publicó Miguel.
Cómo podréis comprobar, Lier, a pesar de no ser muy conocida, tiene mucho que ofrecer asi que no lo dudes y ¡acércate a descubrir una verdadera joya escondida de Flandes!
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.