Una lavandería cualquiera en una película americana cualquiera.
Un varón de unos 30 años queda embelesado por la hermosura exuberante de una mujer de edad similar a la que el azar ha colocado en el mismo lugar y en el mismo tiempo. Con el despiste provocado por tan súbito enamoramiento nuestro protagonista mezcla ropa de color y ropa blanca con el previsible desenlace: la ropa se queda de color de rosa. Ella, lejos de achacar el despiste a la total inutilidad del varón, lo encuentra gracioso y hasta sexy. Pero se tiene que marchar. Y ahí entra en juego la fuerza de la gravedad, que es la que se encarga de que tropiece, y toda su ropa caiga al suelo. Él saldrá corriendo a ayudarla, los dos cogerán el mismo calcetín, sus manos se entrelazarán, reirán avergonzados y… En la siguiente escena él aparecerá sonriente persiguiendo a sus dos retoños en el jardín de una inmensa mansión en Arkansas, mientras ella observa la secuencia desde la puerta de la casa, dando pequeños sorbos a su taza de café y suspirando de pura felicidad.
Vale… Es posible que cuando vengáis a pasar vuestro Erasmus en Lovaina no os esperen emociones tan fuertes en la lavandería pero a muchos no os quedará más remedio que ir, visto que la gran mayoría de los kots y residencias de la ciudad no disponen de lavadora. Es sorprendente ver como en Lovaina la lavandería no es solo cosa de estudiantes, sino que también es relativamente frecuente ver a hombres y mujeres de toda clase y condición social yendo a lavar la ropa a alguna de las muchas que hay dispersas por la ciudad. Las lavanderías son autoservicio: no tienen ningún empleado a la entrada y cualquier problema que pueda surgir (no suele) se resuelve llamando por teléfono a la empresa encargada. Todas ellas cuentan con cámaras de seguridad para la vigilancia, ya que es muy habitual que la gente deje la ropa lavando y vaya a hacer cualquier otra cosa durante los 45 minutos que dura el proceso, dejando la ropa totalmente expuesta. Por supuesto, también disponen de secadora. De hecho, en estas latitudes lo de tender la ropa no es nada habitual. El precio estándar a pagar es 4 euros por cada lavadora que pongáis y 0,5 por cada secadora. Para reducir el coste, no hay nada mejor que ir acompañado y compartir lavadora y secadora. El detergente y el suavizante se pueden adquirir –además de en los supermercados- en máquinas expendedoras que hay en todas las lavanderías.
Todo lo demás que necesitas saber te lo cuento en el siguiente vídeo que he hecho a modo de tutorial. La idea de grabarlo surgió de improvisto cuando estaba en la lavandería por lo que no iba “armado” con mi cámara y lo tuvimos que grabar con un móvil, así que os pido que disculpéis la baja calidad.
Me llamo Juan Pastor Merchante y tendré la suerte de ser el Corresponsal Erasmus en Lovaina entre febrero y junio de 2013. Tengo 22 años, soy de Madrid y estudio Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Katholiek Universiteit Leuven, aunque hasta este año lo venía haciendo en la Universidad Autónoma de Madrid.
Mi experiencia Erasmus en Lovaina comenzó en septiembre del año pasado por lo que ya casi me siento un lovaniense más. En estos meses me he impregnado de la ciudad y espero ser capaz de trasladaros la experiencia de un Erasmus en Lovaina de la forma más precisa posible.