¿Un bar en el que tomar una cerveza o un trozo de tarta con un lindo gatito en tu regazo? Sí, en Bruselas es posible desde el pasado noviembre. El Chat Touille en Rue Tasson Snel nº11 responde precisamente a este concepto. Te acercas al local de miércoles a domingo de 12 a 20, abres los cerrojos de la puerta del local, y una vez dentro eliges al lado de qué felino te sientas.
El bar no tiene una carta demasiado extensa: ofrece sobre todo bebidas (de entre ellas la cerveza De Poes, en neerlandés “el gato”), unos pocos postres, y algunos platos salados (tostas, ensaladas, sopa del día…). Nosotros probamos el chocolate caliente, muy recomendable. Pero el objetivo de el Chat Touille es, como dice su carta, crear un espacio donde resulte más fácil socializarse con el resto de los clientes y pasar un rato relajado entre amigos:
Por eso se trata de un sitio pequeño, acogedor, con una divertida decoración felina.
Chat Touille va un paso más allá en el concepto de bares felinos, o “neko café” como lo llaman en Japón: además de hacer de los gatos una atracción, estos pertenecen a un refugio que brinda la posibilidad de adoptarlos. La idea es animar a la gente a través del contacto directo con los felinos, en un ambiente menos frío que el de un refugio. Para ello, de las paredes del local cuelgan fotos de los gatos con sus nombres, edades, sexo y pequeñas historias. Las gestiones de adopción se hacen directamente con el refugio.
Así que ya sabéis, ¡este es el lugar para los amantes de los amigos gatunos! Os dejamos un pequeño vídeo para demostraros todo el amor que os ofrecen en Chat Touille