Hablar de beaterios es hablar de pequeñas ciudades que floreciendo dentro de otras. Son casas, iglesias, talleres y hospitales: todo lo que una beguina podía necesitar para vivir una vida autosuficiente en plena era medieval. Y por eso si fuera poco, su valor arquitectónico, histórico y cultural disparan su importancia por las nubes. Pues bien, Gante tiene no uno sino dos grande beaterios en su núcleo urbano, así que hoy vamos a repasar lo que esconden estas maravillas del patrimonio flamenco. Pero antes de seguir: ¿recuerdas quienes eran las beguinas?
Como ya mencionamos en el artículo sobre el beaterio de Brujas, se trata de mujeres religiosas del medievo que dedicaban su tiempo al cuidado de pobres y enfermos, viviendo de forma independiente en las comunidades de beguinas: los beaterios. Teniendo esto en mente, estamos preparados para descubrir los grandes beaterios de la ciudad de Gante. Estos son el Gran Beaterio de Santa Isabel y el Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen.
Detalle de la entrada sur del Gran Beaterio de Santa Isabel.
El Gran Beaterio de Santa Isabel
Empezamos con un toque de atención, ¡y es que no debemos confundirnos! Además de como Gran Beaterio de Santa Isabel, también se le conoce como el beaterio de Sint-Amandsberg, haciendo referencia a su ubicación en el sub-municipio homónimo de Gante. Este fue el único beaterio construido en el siglo XIX, bastante tardío en comparación con otros beaterios datan del siglo XIII, pero debemos tener en cuenta que su función fue la de sustituir al existente Beaterio de Santa Isabel. Este había sido engullido por la ciudad de Gante, pero gracias a Engelbert de Arenberg su actividad pudo trasladarse a este nuevo espacio en menos de dos años.
Es sin duda un beaterio excepcionalmente grande. En él se combina la tradicional planificación mixta con los entonces novedosos principios de la ciudad jardín, dando lugar a un conjunto arquitectónico que destaca entre las demás comunidades de su tipo. Su estilo neogótico se puede percibir en cada esquina, dotándolo de una pintoresca personalidad regional. Un total de ochenta casas, catorce conventos, una enfermería, un presbiterio, una capilla dedicada a San Antonio de Padua y una iglesia que se edificaron entorno a estas tres plazas y ocho calles.
El Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen
Funda en el siglo XIII en pleno casco histórico de Gante, el Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen es un excelente ejemplo del tradicional beaterio de ciudad que conserva su encanto tras más de 750 años de historia. Es por ello que está considerado como el beaterio anterior a la Revolución Francesa mejor conservado de todos los de su categoría. Actualmente su antiguo cementerio cumple la función de prado y su centenar de casas se han destinado al uso residencial como si de viviendas normal se tratasen. Además, la antigua enfermería ahora alberga exposiciones y talleres artísticos, demostrando que un espacio histórico puede mantenerse con vida a través del cuidado y respeto por su patrimonio.
Más allá de las casas y la enfermería, en este beaterio encontrarás la Iglesia de Nuestra Señora Ter Hoyen, la Capilla de St. Godelieve y la Capilla del Santo Sepulcro. Un oasis en el centro de la ciudad que destaca por la paz que se respira y el encanto de sus calles. Los edificios aquí tienen un tono anaranjado que, como bien sabrás si has visitado otros beaterios, lo diferencian del tradicional ladrillo rojizo de estas construcciones.
¿Qué opinas? ¿Has tenido todavía la oportunidad de visitar estos increíbles complejos? Si pasas por Gante estos son visita visita obligatoria. Pero eso no es todo, la ciudad de Gante tiene un tercer beaterio: ¡el Beaterio de Santa Isabel original! ¿Te gustaría adentrarte en él para descubrir sus secretos y diferencias con el nuevo? Pues suscríbete al newsletter de nuestro blog para no perderte nuestros próximas publicaciones. ¡Hasta el siguiente artículo!
¡Hola! Mi nombre es Pablo y desde hoy hasta el próximo mes de junio seré tu corresponsal de patrimonio de confianza. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universitat Politécnica de València, pero este año he tenido la oportunidad de hacer mi Erasmus en Malinas, provincia de Amberes. Aquí estoy cursando el short Programme en International Media & Entertainment Business de la Thomas More University of Applied Sciences.
Llevo cinco meses aquí, y en este tiempo he podido explorar Flandes y conocer su cultura muy de cerca. He viajado y me he colado en la comunidad flamenca para traerte la información como un local lo haría, ¡así que prepárate para conocer el patrimonio más curioso de Flandes!