Tal y como lo oyes, los belgas también comen croquetas, o, como ellos las llaman, kroketten. La primera vez que visité un frituur, vi algo muy parecido a una croqueta, pero asumí que era carne rebozada, ya que era muy grande. La segunda vez, la volví a ver, pero esta vez era redonda y supuse que sería algún tipo de frito típico de Bélgica. Sin embargo, la tercera vez, el trabajador del frituur me preguntó si quería una y, al escuchar kroket, no podía creerlo. Desde ese día, se ha convertido en uno de mis acompañamientos obligatorios cada vez que visito un frituur, ya que me hace sentir como en casa.
Las kroketten son un plato muy popular en Bélgica, donde se disfrutan como aperitivo, acompañamiento o incluso plato principal. Su historia está ligada a la cocina francesa, pero en Bélgica han desarrollado sus propias versiones, como las croquetas de camarones (garnaalkroketten) y las de queso (kaaskroketten).
A lo largo de estos meses, he probado muchas variaciones, pero sin duda mi favorita es la de stoofvlees (lo que en España conocemos como carrillada) ya que tienen un sabor muy intenso y delicioso.
Mi frituur favorito para comer croquetas se encuentra en el centro de Brujas y se llama ‘T BRUGSCH FRIETHUYS. Cada croqueta tiene un precio de 2,5€ pero son mucho más grandes que las croquetas que hacemos en España. Sin duda, es una de mis paradas obligatorias en Brujas.
¡Hola! Soy Lucía Romero, tengo 21 años y estudio Traducción e Interpretación en Sevilla. Este año estoy haciendo mi Erasmus en Amberes y durante el segundo cuatrimestre del curso 2024-2025 seré la nueva corresponsal de PRODUCTOS BELGAS.
Me apasiona la gastronomía, así que durante los próximos meses os llevaré conmigo a descubrir los platos más típicos de Flandes y os enseñaré a prepararlos en casa.
¡Hasta pronto!
