¡Hola viajeros!
Cuando vengáis a visitar Malinas, si o si pasaréis por multitud de parques, pequeños, tranquilos y muchos vacíos. Si bien es cierto que los hay más grandes y con mucho ambiente y actividades, lo lógico es que por el centro no lo sean tanto, quedándonos zonas tranquilas para quizá tomar algo, tumbarse y relajarse o leer un buen libro.
Hoy os vengo a hablar y mostrar estas pequeñas zonas a las que quizá podamos llamar parques, y que nos pueden servir de mucho si por ejemplo queremos comer en la calle en vez de sentarnos en un restaurante.
De los primeros que veréis, será tras bajar de la torre del campanario (que estoy seguro que visitaréis), que es un pequeño jardín con una extraña escultura desde las que se pueden tomar realmente buenas fotografías si tienes un buen conocimiento.
Luego encontraréis plazas agradables más adelantes, que lo curioso es que la mayoría tienen esculturas o pequeñas atracciones que las hacen únicas.
Más adelante y callejeando por la zona, un poco escondido tenemos otra zona de picnic con un pequeño canal y muy buenas vistas de la catedral. Este fue mi preferido personalmente por ser el más característico y pequeño.
A éste último podréis acceder a través de una puerta en la calle Heembeemd. Al haber tantos de éstos, os recomiendo curiosear por la ciudad, ya que iréis encontrando rincones agradables en prácticamente cada manzana.
Y bien, esto es todo por este post, que breve me sirve para mostraros un poco del encanto de esta ciudad, que mezcla tanto cultura, arquitectura, comercio y verde en prácticamente cada manzana.