Cuando llegas a Bélgica, hay un olor que caracteriza todas sus ciudades, el olor a gofre. Os aseguro que es muy difícil decir que no a uno de los mayores placeres belgas, sus gofres, por mucho que quieras mantener la dieta.
En Bélgica encontraréis dos tipos de gofres, los de Bruselas y los de Lieja. La principal diferencia es que los gofres de Lieja son dulces y en cambio, los de Bruselas, son más ligeros y con forma rectangular. Si os gusta el dulce, os recomiendo el de Lieja, es el más parecido al que comemos en España y está riquísimo.
Los belgas notarán si eres turista o no, dependiendo de la cantidad de toppings que hayas pedido en el gofre. Eso es porque a ellos les gusta simplemente el gofre en sí, calentito, sin ningún condimento. Estos son los gofres originales, y que al menos una vez, lo tienes que probar de esta manera.
En las zonas más turísticas, podréis encontrarlos con frutas, nata, chocolate, nubes… También os recomiendo que no perdáis vuestro espíritu turista y probéis uno bien condimentado.
En Lovaina os recomiendo el “Pinocchio Waffles and Ice Cream”, muy cerquita de la Grote Markt. Además de disfrutar del mejor gofre de Lovaina, os encantará comerlo con vistas al espectacular ayuntamiento de Lovaina.
Tengo 21 años y nací en Barcelona, aunque vivo en Cambrils, un encantador pueblo marítimo en la provincia de Tarragona. Estudio química en la “Universitat Rovira i Virgili” de Tarragona y he venido aquí para acabar mi carrera universitaria en la UC Leuven-Limburg (associada a la KU Leuven).
¿Y porque decidí presentarme a esta beca para ser corresponsal de Erasmus en Flandes?
Porque soy una química con intereses de “blogger”. Así soy yo, un poco de aquí y un poco de allá, con intereses tan diversos que comprenden desde la ciencia hasta la fotografía, desde la cultura hasta la fiesta y desde los gofres hasta la cerveza belga. Me apasiona viajar, aprender, reír, comer, disfrutar y vivir la vida al límite… Es por ello que decidí acabar mi carrera universitaria en la Salamanca de Europa, Lovaina, y así no perder la esencia de mis raíces.