¡Aupa a todos!
A continuación os lanzo la siguiente pregunta: a vosotros, aficionados de las rutas de cicloturismo, ¿no os gustaría contagiarles la pasión de conectar con la naturaleza sobre dos ruedas a vuestros pequeños? Todo simpatizante del ciclismo tiene un legado que dejar, y el vínculo con el ciclismo en el medio natural es lo mínimo que espero de vosotros 😉 Ahora bien, a menudo, introducirles en este mundillo no resulta tan fácil como parece, por lo que más de una vez nos llegamos a preguntar: ¿estaré adecuando bien la dificultad del recorrido? ¿no se aburrirá con este tipo de ruta?, etc. Estate tranquilo porque desde Visitflanders te compartimos unas ideas que consideramos son realmente útiles.
Antes de empezar, es importante recalcar que los consejos que se desarrollarán a continuación se describen dando por sentado que el pequeño aventurero o aventurera es capaz de pedalear sobre dos ruedas con un nivel mínimo. Si no cumple con este requisito, ese será vuestro primer desafío.
AUMENTO PROGRESIVO DE LA DIFICULTAD
La seguridad es un factor básico, fundamental, inquebrantable, necesario y obligatorio. Sí o sí. Es por eso por lo que iremos aumentando de forma muy progresiva las exigencias de la ruta, adaptándonos al ritmo y sensaciones de los pequeños. A estas edades la autorrealización es un componente muy potente para que el niño siga interesándose por la actividad misma. Un fallo en la seguridad o la precaución puede ser un punto de no retorno. Por eso, siempre que penséis un recorrido, el primer paso será cerciorarse de que cumple con los mínimos de seguridad. Dentro de la seguridad existen múltiples factores: meteorología, visibilidad y luminosidad, irregularidades del trazado, exposición del camino a espacios peligrosos (p. ej. que esté expuesto a un acantilado), accesibilidad de servicios de emergencia, etc. Dentro de lo posible, hay que procurar que estas circunstancias sean las más favorables.
A medida que los niños vayan ganando experiencia y madurez sobre la bicicleta, será correcto hacer modificaciones y dificultar las exigencias del recorrido.
PARTICIPACIÓN ACTIVA
Todo lo mencionado en el anterior punto corresponde al contexto de la iniciación de los pequeños en el ciclismo. Al comienzo, al tratarse de un mundo totalmente desconocido, serás su guía y compañero de referencia, por lo que la responsabilidad de la planificación del recorrido será tuya. Sin embargo, para conseguir una mayor adherencia y constancia, que el pequeño sea partícipe en la toma de decisiones (p. ej. decidir la localización de la ruta, la duración, etc.) y se vea como uno más de la actividad, aumentará su sensación de satisfacción y felicidad.
JUEGOS Y ACTIVIDADES
La actividad de ciclismo es excitante y apasionante per se: los terrenos desafiantes, la velocidad, los paisajes, etc. son todos muy buenos ingredientes para que la adrenalina fluya por la sangre. Pero es cierto que, en especial los niños, suelen ser chispas fugaces: si no les mantienes entretenidos, se apagan al instante. Esto es algo muy típico en rutas largas y ciertamente monótonas. Como alternativa para que esto no ocurra, preparar juegos y actividades es una solución muy eficaz. Esto les mantendrá estimulados en todo momento, y no habrá ningún problema de aburrimiento o cansancio. Unas opciones podrían ser una búsqueda del tesoro en bicicleta, juegos de adivinanza o carreras de obstáculos. ¡No querrán bajarse de la bicicleta!
COMPARTIR HISTORIAS
Paralelamente a los juegos, compartir crónicas es una opción muy divertida. Antes de realizar la ruta, informarse sobre curiosidades, leyendas o relatos curiosos del lugar que visitéis será un complemento que le dará mucho dinamismo y alegría a la aventura.
TEORÍA Y PRÁCTICA
Como habréis podido ver, los consejos que os he dado hasta ahora tienen un enfoque más lúdico, con el propósito de que los pequeños se diviertan y disfruten de la actividad cicloturista. Sin embargo, como responsables que somos de que los niños se nutran de una variedad de experiencias, que adquieran el conocimiento y las nociones básicas del cicloturismo será igual de importante. Evidentemente, con “conocimiento” no me refiero a que conozcan al detalle la normativa de los senderos naturales. Si no que tengan una idea básica pero entendida de conceptos tan relevantes como aspectos de seguridad, qué hacer cuando hay alguna avería en la bicicleta, consejos, etc. Que entiendan pero que a la vez sean capaces de poner en práctica aspectos básicos.
¿PUEDO HACER ALGO EN FLANDES?
¡Por supuesto! Si estás pensando en llevar a tus hijos a conocer la naturaleza, los paisajes, la vegetación y los senderos típicos de la región, existe un amplio abanico de opciones increíbles para que comiencen a familiarizarse y disfruten del deporte sobre dos ruedas. Sin embargo, si no te has decantado por ninguno, te propongo un magnífico recorrido al noroeste de Gante: la ruta ciclista ‘Het Leen‘. Es un recorrido de aproximadamente 27 km que recorre caminos muy variados en el medio natural, donde los cambios de terreno, la distancia, la sencillez del camino y los paisajes serán los ingredientes perfectos para su primera experiencia. Encontrarás el recorrido en el siguiente enlace.
Estos son unos tips que nos servirán para que los más pequeños se interesen por el ciclismo en la naturaleza, ¡de modo que no quieran bajarse de la bici! Si conoces algún otro truco, ¡no dudes en compartirlo!
¡Hasta el próximo capítulo de esta historia!
Un saludo,
Aimar Alzuguren
Actualmente estoy realizando los estudios de Erasmus en la ciudad de Lovaina, en la facultad de Movement and Rehabilitation Sciences de la KU Leuven. Sin embargo, en España curso una doble titulación de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia.
De hecho, mi afición por el deporte, el ejercicio físico y las actividades en el medio natural fueron los motivos principales para postularme a la sección de “Naturaleza, Parques y Cicloturismo”. Además de estas aficiones, disfruto mucho con los encuentros y charlas con los amigos, y me apasiona viajar por la variedad de culturas, sitios e idiomas que permite conocer.