Como ya habréis leído en más de una ocasión en este blog, coger el tren es la mejor manera para desplazarse en un país que mide 2 horas de viaje de punta a punta. Los precios no son caros, y aparte del archimencionado “go-pass” (10 viajes cualesquiera por 50 euros para menores de 25 años) existen multitud de descuentos que se pueden aprovechar.
Si se coge ida y vuelta un fin de semana, el descuento es del 50 %; hay otra especie de go-pass algo más caro para mayores de 26 años; existen descuentos para ir al aeropuerto de Charleroi; también hay tarifas reducidas para ir a ciudades fronterizas como Maastricht, Aquisgrán (Aachen en alemán y neerlandés o Aix-la-capelle en francés) o Luxemburgo; descuentos por ser joven; descuentos por ser de esta o aquella universidad…
Pero no es sólo una cuestión de precio. ¡Viajar en tren es una opción muy fléxible y cómoda! ¿Estás en Amberes y has perdido tu tren a Lieja? No te preocupes, pasa otro idéntico en 20 minutos o puedes enlazar cogiendo este otro que va a Lovaina. Esto último quiere decir que lo único que pone en tu billete es la estación de salida y la de llegada, pero el itinerario lo puedes elegir tú mismo. Normalmente si uno no está en Bruselas, se suele coger un tren directo o un tren que enlace en alguna estación de Bruselas. Lo normal muchas veces es cambiar de tren durante el trayecto. Otra cosa sobre el billete es que pone el día pero no la hora. ¿Qué quiere decir esto? Entre las 4 y las 5 quiero ir a Bruselas y hay tres trenes, pero no estoy obligado a coger este o aquel, sino el que yo quiera.
Si tenéis go-pass intentad que el revisor no os vea escribir. (Nota mental: no siempre pasan).