Muchos son los pisos y residencias de estudiantes que se encuentra repartidos por la ciudad, debido a la gran cantidad de gente que estudia en la Universidad Católica de Lovaina. Además de los miles de estudiantes internacionales que habitan en la ciudad, muchos estudiantes flamencos tienen también su piso de estudiantes para no tener que ir y volver a su casa todos los días. Sin embargo, la oferta de pisos y la cantidad de estudiantes que la universidad tenía hace siglos era evidentemente más reducida. Para darles cobijo en la ciudad, varias asociaciones y mecenas subvencionaron muchas habitaciones para aquellos estudiantes pudientes que venían a una de las universidades más prestigiosas de Europa. Fue así como se crearon muchos de los colegios, que hoy en día se integran en edificios de la universidad. La idea de este escrito es presentaros algunos de ellos y contaros un po como han llegado a nuestros días.
En Lovaina, hablar de colegios es hablar de la Naamsestraat. Muchos de ellos se crearon en esta calle debido a cercanía con el edificio original de la universidad. Uno de los más importantes es el Colegio Real, localizado a escasos metros de la gran iglesia de San Miguel. Como indica una pequeña placa a la entrada , fue fundado por Felipe II en el año 1579, aunque su primera localización no es la original. Sin embargo, el edificio que hoy podemos contemplar es del siglo XVIII y poco queda de la esencia original del colegio. En su interior, encontramos laboratorios de biología y bioquímica, además de un pequeño museo de zoología.
Un poco más arriba en la misma calle, pero en la acera contraria, nos encontramos con el gran Colegio Van Dale. Este colegio se erigió a petición del canónigo Pierre Van Dale en 1568, y era un lugar donde solían hospedarse los estudiantes más pobres o con menos recursos. Aun hoy en día conserva un placa con la fecha, aunque actualmente es un lugar muy concurrido ya que es donde se encuentra el servicio de ayuda al estudiante, el servicio de vivienda, y el médico.
Si volvemos a la acera de enfrente otra vez, encontramos el colegio de Viglius. El colegio fue una iniciativa de Viglius de Aytta, letrado profesor de la universidad y miembro del consejo privado del rey Felipe II en tierras flamencas ( mejor dicho, brabanzonas ). El edificio data de 1569, aunque ha sufrido una gran cantidad de cambios y remodelaciones. Otros colegios también están repartidos por otros lugares emblemáticos para la ciudad, como puede ser el gran Colegio de Luxemburgo. Otro que merece una mención aparte es el colegio de las tres lenguas, localizado en la Vismarkt. Dicho colegio fue creado con el propósito de enseñar hebreo, latín y griego. Todos los colegios forman un pedacito más de la gran historia de Lovaina.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.