Es muy común en Leuven encontrarte por sus calles con una serie de esculturas a pie de calle, cercanas al viandante, unas sentadas, otras apoyadas, otras caminando, que comparten el mobiliario urbano con los ciudadanos. Repartidas a lo largo y ancho de la ciudad, desde el centro hasta los alrededores, estas figuras sorprenden y deleitan al viandante que en sus paseos se va cruzando con ellas. Todas tienen una historia y una razón de ser. ¡Vamos a conocerlas más de cerca!
“Dorre de Baker”, o “Dorre la panadera”: esta figura muestra a una panadera llevando la masa de sus clientes al horno para prepararles el pan del día. Demuestra la importancia y tradición del oficio de panadero, y de hecho en la ciudad de Leuven puedes encontrar un gran número de panaderías que exhiben orgullosas sus hogazas y sus pasteles a los clientes, y donde puedes disfrutar de un café o un té acompañado de bollería.
“Erasmus”: no podía faltar en esta ciudad la figura de este gran humanista que allá por el siglo XV paseó por los pasillos de la Universidad de Leuven y que hoy en día da nombre al más famoso programa europeo de intercambio de estudiantes. Hoy por hoy nos observa desde su pedestal con una sonrisa que encierra sabiduría, posiblemente asombrado por los cambios que ve en el mundo actual, tan diferente y a la vez tan parecido al que él conoció.
“Fons Sapientiae”, o “Fuente de la sabiduría”: “Fonske” para los amigos, es el símbolo de los estudiantes de Leuven. Representa a un estudiante que lee un libro mientras se escancia una jarra de “sabiduría” sobre su cabeza, compaginando el aprender con la jarra de cerveza, con un sentido muy estudiantil propio de todos los tiempos.
“Renée”: “Fronske” para los amigos, es la contrapartida femenina de “Fonske”, y más seria que éste. Representa a una estudiante con sus libros, en esta ocasión sin ánimo de fiesta, quizás porque se le acercan ya los exámenes…
“Ballon van de Vriendschap”, o “Globo de la amistad”: esta escultura que está junto a la gran Biblioteca universitaria muestra un globo el que se encuentran varios amigos, en representación de la amistad. Como anécdota decir que en un principio contaba con las figuras de cuatro amigos, pero uno de ellos fue robado y actualmente solo quedan tres. ¡Quién sabe si aun le echan de menos!
“El Totem”: esta enorme obra de 23 metros de alto luce en lo más alto la figura de un escarabajo gigante, y está situada en Monseigneur Ladeuzeplein, la plaza donde se encuentra la Biblioteca universitaria. Simboliza la unión entre la memoria humana (la Biblioteca) y la memoria de la naturaleza (el escarabajo). Es un homenaje al conocimiento, la belleza, la ciencia y la poesía de la existencia.
“Fiere Margriet”: esta triste obra representa a Fiere Margriet, ciudadana lovaniense que según la leyenda fue secuestrada, violada y asesinada. La leyenda continúa diciendo que su cadáver fue hallado aguas arriba del Dijle, el canal que cruza Leuven, rodeado de un extraño resplandor. Otras leyendas dicen que lo que se halló fue su tumba, la cual también resplandecía de forma fantasmagórica. Conocer la historia de esta mujer provoca al contemplar su imagen siglos después que se te pongan los pelos de punta.
“Paepe Thoon”: Paepe era un bufón jorobado que vivió en el siglo XV, supuestamente hijo bastardo del párroco de la Iglesia de San Pedro. Pasó a la historia por sus chistes y payasadas, que le hicieron muy conocido en la zona de Flandes. En su lecho de muerte pidió ser enterrado bajo una fuente de piedra, para no pasar sed, y siglos después fue inmortalizado en esta figura.
“De Kotmadam”, “La casera”: representa a una casera que alquila habitaciones a estudiantes, figura muy típica en una ciudad eminentemente estudiantil como Leuven. La obra tuvo cierta controversia en su inauguración, pues la imagen de una mujer joven y atractiva no era el estereotipo de la típica “Kotmadam” que las gentes tenían en sus cabezas. De todos modos ahí persiste, sentada en su banco disfrutando del sol, y de vez en cuando vigilando las bicicletas que los estudiantes colocan a su alrededor.
“De Koeieschieter”, “El disparavacas”: este es un apodo que recibieron los ciudadanos de Leuven cuando durante un asedio francés en 1691 dispararon en plena noche neblinosa contra unas figuras que tomaron por soldados enemigos. A la mañana siguiente tales soldados resultaron ser un rebaño de vacas. Llenos de humor e ironía, los ciudadanos lovanienses inauguraron esta estatua en 1991.
“Dijle-eend”, “el pato del Dijle”: esta es una fuente con una figura de pato que se encuentra junto al canal y que tiene su propia superstición y su ritual. Se supone que da suerte y hace cumplir los deseos, para ello hay frotar su lomo tres veces y sujetar la cola con el meñique. Después se debe rodear la fuente y presionar un pedal negro que hay en el suelo, para que mane el agua. Acto seguido se formula un deseo y se bebe de la fuente, así tu deseo se cumplirá.
“Kamerood 60”: curiosa obra encargada por los hombres lovanienses nacidos en 1960 y que donaron a la ciudad en el año 2000, al cumplir 40 años. Representa a un hombre de eterna juventud y lleno de vida.