Maletas deshechas, habitación ordenada, y… ¿qué es lo primero que tengo que hacer? Pues sí, alquilar una bici. Aquí si no tienes bici es que eres un bicho raro. La bici para ir a cualquier lugar. ¿Vas a la universidad? En bici. ¿A los bares de Oude Markt? En bici. ¿Vas al súper? ¡Pues vas en bici también hombre! (y luego haz equilibrios para llevar todas las bolsas…) Pero eso sí la bici siempre contigo. No hagas como yo y te olvides de llevártela o no recuerdes donde la has dejado… (Hay gente que opta por ponerle alguna señal característica, porque a veces encontrar tu bici puede ser una auténtica odisea!)
Así pues, mi primer día fui directamente a Velo, la opción más popular entre los estudiantes y que mis compañeros de kot ya se encargaron de hacerme conocer. Velo es un establecimiento que alquila bicicletas de segunda mano a estudiantes por un precio asequible y durante les meses que se quiera (por ejemplo, un alquiler de 5 meses te saldría por 48 euros, y tendrías que pagar también un depósito de 70€ que te reembolsarían cuando la devolvieras). Velo además, trabaja con personas que tienen dificultades para acceder al mercado laboral. Si esta opción os ha convencido podéis registraros desde casa y luego ir a Tervuursevest, 48 (justo al sur del anillo) que es donde tienen el establecimiento y elegir la bici que más os guste. Sino también podéis registraros allí mismo. El precio del contrato incluye además un candado y todo tipo de reparaciones.
Si preferís otras opciones, hay gente que compra la bicicleta de segunda mano, en el Facebook de Pangaea se suelen colgar algunas ofertas, y hay quién se la lleva de su país de origen (si no vive muy lejos y viene en coche, claro está). Pero para mi gusto y para la mayoría de estudiantes Velo es la mejor opción. ¡Y es incluso un buen lugar para empezar a hacer amigos Erasmus!
Eso sí, cuando tengas tu bici asegúrate de que llevas las luces obligatorias (en principio en Vélo ya se encargan de darte una bici reglamentaria) y cuando circules ve con cuidado, utiliza las zonas reservadas para bicicletas (no puedes ir por la acera) y recuerda si vas por la carretera ¡siempre por la derecha! Y no te preocupes porque además de que en Lovaina no hay mucho tráfico, los vehículos respetan mucho a los ciclistas.