En el Oude Markt de Lovaina hay un lugar perfecto como punto de encuentro: La kotmadam.
Es una escultura de bronce que representa una kotmadam, una señora del kot (piso/casa de estudiantes en Flandes), sentada en un banco en medio de la plaza más concurrida de la ciudad.
Una kotmadam es una señora que regenta un kot, se ocupa de sus estudiantes y hace de segunda familia para ellos. Su historia se remonta al siglo XV, tiempo de fundación de la Universidad de Lovaina, cuando no existía la educación secundaria, y los estudiantes que empezaban la universidad tras la escuela básica eran muy jóvenes. Como las universidades no eran algo común, a veces esos estudiantes tenían que trasladarse a vivir a sitios muy lejanos de su casa, y necesitaban alguien que les ayudara en el día a día. La kotmadam reunía en su kot a 6-8 alumnos y formaban una familia, comían juntos, les acompañaba a sus tareas, etc.
Antes era una figura muy común, cuando en 1985 fue instalada la estatua de Fred Bellefroid se inauguró en presencia de la kotmadam más antigua de Lovaina en esos días, Maria Swerts. La escultura de Bellefroid fue objeto de controversia, pues representa a una mujer joven, alta y atractiva, y los más puristas querían que se asemejara más a la kotmadam característica, una mujer más mayor y oronda. Sin embargo, la estatua ya se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad y miles de personas se han sentado a su lado.
Algunas curiosidades sobre ella:
Su cafetera; La kotmadam era la que preparaba el desayuno a los estudiantes cada mañana, y en época de exámenes solían hacer bastantes cafeteras al día, con lo que la preparación de café para los alumnos es uno de sus símbolos, y no podían faltar en su homenaje. Además, en la escultura tiene importancia tanto su postura como su mirada.
Su mirada parece estar dirigida al infinito, pero si nos fijamos bien vemos que mira hacia un edificio muy concreto, hacia su parte posterior (en Oude Markt). La parte frontal de dicho edificio está en Naamstraat, es el edificio de registro, a donde todos tenemos que ir en nuestros primeros días aquí. Efectivamente, dirige su mirada allí, esperando nuevos estudiantes.
Su postura, con un brazo extendido sobre el banco y el hueco en su regazo, obedece a una actitud de consolación. Los estudiantes que suspendían sus exámenes encontraban un hombro en el que llorar en sus kotmadam, y en la escultura también se refleja esto. Si suspendes un examen puedes apoyarte en su hombro o su regazo para desahogarte (esperemos no acabar allí al final de este semestre).
Ya conocéis la historia de las kotmadam y dónde está su escultura dedicada, con lo que sólo nos queda tomarnos una cerveza en uno de sus bares para terminar este post! Más esculturas y viajes en… #ErasmusLovaina