¡Hola a todos!
En el post anterior os hablé de la Biblioteca Central de Lovaina. Como ya conté, Lovaina sufrió los estragos de la Primera Guerra Mundial y su biblioteca tuvo que ser reconstruida hasta tener el edificio actual. Hoy me voy a centrar en la torre, su carrillón y las maravillosas vistas que ofrece este rincón de la biblioteca. En el gran incendio del 1914, el carrillón de la ciudad de la Iglesia de San Pedro fue destruido. Como éste, otros diez carrillones belgas fueron destruidos víctimas de la guerra y la confiscación.
En el mundo angloparlante, los carrillones belgas eras símbolos de libertad que habían sido destruidos por bárbaros. Después de la guerra, diversos carrillones fueron erigidos en EEUU, Canadá, Reino Unido, Sudáfrica y Nueva Zelanda a modo de símbolo de paz y memorial. De esta manera, en 1928 ingenieros americanos donaron un gran reloj y un carrillón a la nueva biblioteca de la universidad como memorial a los caídos en la guerra. Este carrillón tenía 48 campanas, una por cada estado americano. En el fuego del 17 de mayo de 1940 la torre y el carrillón apenas fueron destruidos. Debido al difícil acceso a la torre, las campanas no fueron requisadas por la industria alemana.
El carrillón fue restaurado en 1983, aumentando el número de campanas a 63. Desde entonces, carrillón está en funcionamiento todas las semanas y se ha convertido en la voz musical de la universidad. Existe la posibilidad de acudir a los conciertos del carrillón que se realizan martes y jueves a las 19h. Es totalmente gratis, solo hay que apuntarse previamente. Para llegar hasta arriba tendréis que subir sus “solo” 289 escalones, y finalmente podréis ver la ciudad de Lovaina a vista de pájaro. La torre de la Biblioteca es sin duda alguna el mejor mirador de la ciudad.
Soy Marina, la nueva corresponsal Erasmus en Lovaina. Estudio arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid y cursaré cuarto en la KU Leuven. Hace apenas unos días que he llegado a la que será mi nueva casa durante este curso, y todavía no me lo creo. Tengo la sensación de que he venido aquí de viaje y que en unos días me toca volver a Madrid. ¡Pero no! Ahora empieza la aventura de acomodarse a esta nueva ciudad la cual seguro me sorprenderá a lo largo del año. Elegí Lovaina por varias razones, entre ellas el prestigio de su universidad y evidentemente su ambiente universitario.
Todo estudiante quiere ir a un sitio donde además de estudiar también lo vaya a pasar bien, las cosas como son. Además considero que Lovaina, y todo Bélgica, tiene una amplia oferta cultural que hará que cada día aprenda algo nuevo. Poco a poco iréis descubriendo conmigo cosas interesantes y útiles de esta ciudad, aparte de daros consejos a los futuros Erasmus. De momento todo lo que os puedo decir es que traigáis chubasquero y ¡muchas ganas de disfrutar!