Una vez llevas en Lovaina un mes (un mes ya!), es imposible no encontrar sitios y aspectos desconocidos de la ciudad. Este post se centra en algo que normalmente los extranjeros no conocen (y me atrevo a decir que muchos de los naturales tampoco).
Ya sabemos que en general en el norte de Europa, y en particular en Flandes y Holanda, la bicicleta es un medio de transporte habitual, tanto para ir al trabajo, como de compras, como para dar un paseo. Llaman la atención los inmensos garajes de bicis, las tiendas de reparación, la multitud de formas y tamaños de las bicicletas en Lovaina… Bien, queda centrada una parte del tema, las bicis.
Por otra parte, y siendo más difícil de caer en ello, porque Flandes es una región enormemente urbanizada, tenemos que Lovaina es la capital de la región del Brabante flamenco. Esta región es sorprendentemente verde y polifacética, además de carecer de los desniveles propios de España. Teniendo por un lado bicis, y por el otro una región llena de naturaleza e historia… Turismo en bici.
En esta ocasión haremos una ruta desde el corazón de Leuven, Grote Markt, hacia las colinas de Hageland, al noreste de la ciudad. Ésta terminará en el castillo de Horst, pasando por bastantes monumentos, torres y lugares históricos.
En sus 36 km, además de disfrutar del aire puro (la mayoría del camino son sendas habilitadas para senderismo y ciclismo, sin coches), y de la naturaleza que nos rodea, visitaremos 4 puntos muy importantes:
1. Abadía de Vlierbeek:
En esta abadía cercana a la ciudad de Kessel-Lo, se asentaron los monjes benedictinos de Affligen (sí, os suena el nombre) en el siglo XII, hasta que casi 700 años más tarde, las tropas francesas los expulsaron. Aunque la abadía ya no está habitada, sí que es un lugar muy vivo, y con una iglesia y palacio abacial (del abad) de estilo clasicista que es digno de ver. Además su granja y prados le dan un toque campesino que queda muy bien en las fotos
2. Castillo de Horst:
En el punto más lejano a Lovaina de la ruta se encuentra el robusto castillo de Horst, que data del siglo XIII, cuando los señores de Horst construyeron una granja fortificada. Lo que más llama la atención del castillo es su torre del homenaje, del s. XV, en lo que residían los señores en los castillos medievales. La imponente torre se alza sobre el llano y verde paisaje, reflejada en el estanque del castillo. Ya en el s. XVII, y bajo el mando de una noble castellana, se construyeron sus cocheras (reconvertidas en taberna actualmente), y se le dio el aspecto actual. Un espectáculo.
3. Gempemolen:
El Gempemolen, o molino de Gempe, es un molino de agua (como casi todos los molinos antiguos en Flandes), rodeado de naturaleza, que data de 1759 y ahora es un restaurante. El primer domingo de cada mes se pone a funcionar el antiguo molino, con que si tenéis la oportunidad, no os lo perdáis!
4. Abadía del parque:
El complejo de abadía mejor conservado de Flandes y Holanda no puede ser explicado salvo si tiene su propio post, con lo que sólo diré que desde el siglo XVIII no se ha añadido ni eliminado nada. ¡Volveremos!
Aquí termina nuestra pequeña ruta por Hageland. Ha sido muy relajante y descansado (para vosotros), así que a algunos nos toca descansar un ratito. ¿Dónde mejor que en uno de los numerosos bares ciclistas de la ruta? Recomiendo el Pigeon d’Or, y un par de sus cervezas (Affligem, por qué no?).
Muchas fotos en Flickr!
Si os gustan las bicis y la Naturaleza, Lovaina es vuestro sitio. Si no, también! Más excursiones y viajes en… #ErasmusLovaina