Si vives en Lovaina no puedes desaprovechar la oportunidad de visitar Malinas (en neerlandés “Mechelen”, pero no lo pronuncies con CH española que sino los belgas no te entienden). Sin duda es una ciudad poco conocida entre los Erasmus pero que merece la pena visitar. Es una ciudad muy próxima a Lovaina (en menos de media hora en tren te puedes plantar allí) y si viajas en fin de semana el billete de ida y vuelta sólo te costará 5,40€. Así que ya no tienes excusas.
Malinas en su día había sido capital de los Países Bajos durante la época de los duques de Borgoña. Hoy en día se la conoce menos que a Gante, Amberes, Bruselas, Brujas o Lovaina, pero no por eso deja de ser maravillosa. Si vas el sábado por la mañana podrás disfrutar de un mercadillo que ocupa todo Grote Markt y recorre la calle IJzerenleen. ¡Date algún caprichillo mientras vas descubriendo la ciudad!
Grote Markt, como en casi todas las ciudades flamencas, destaca por sus imponentes ayuntamientos o campanarios. Una impresionante torre de 97 metros, y considerada Patrimonio de la Humanidad, preside Grote Markt y toda la ciudad. Es la torre de la Catedral de San Romuldo. En ella se encuentran dos famosos carrillones con 49 campanas que se hacen oír por toda la plaza, y si subes arriba verás una impresionante vista de la ciudad.
No muy lejos de la plaza puedes descubrir un río completamente verde, cubierto por unas plantas que le dan ese color tan característico, y justo delante un callejón: el Klapgat. Donde se ve que los feligreses se reunían después de misa para chismorrear. Y no dejes de visitar el Palacio de Santa Margarita de Austria, que destaca por su espléndido jardín, actualmente el edificio funciona como juzgado.
Y esto son sólo algunas pinceladas de lo mucho que puede ofrecerte esta ciudad. ¡Ya no te hace falta irte lejos para descubrir auténticas perlas de Flandes!