Los detalles marcan la diferencia, y esta pequeña cafetería en el corazón de Amberes es todo detalle. Es uno de esos lugares tan especiales que te roban el corazón: desde la situación del local, los espacios interiores y la decoración hasta la deliciosa comida y la increíble amabilidad de sus dueñas, no es de extrañar que todo el que sale de allí lo haga asegurando que volverá.
Os hablo de Marolus, un coqueto establecimiento situado en la acogedora plaza Hendrik Conscience, junto a la iglesia de San Carlos Borromeo. Su lema, “homemade with love”, refleja a la perfección su esencia. Sus tartas caseras enamorarán a cualquiera, y el toque mágico lo ponen sus dueñas, que cuando te ven por segunda vez te saludan como si fuerais antiguos conocidos y ya saben cuál es tu café favorito. Son encantadoras, de verdad. Al enterarse de que era el cumpleaños de mi amiga Caterina le llevaron su trozo de tarta con una vela y acompañado con un té helado (por cierto, también delicioso) de parte de la casa. ¿Veis a lo que me refiero con lo de los detalles?
El local es muy especial; está formado por varias entreplantas unidas por unas escaleras de caracol que te llevan a las distintas salitas. De esta forma, puedes tener tu propio espacio dentro de la cafetería y disfrutar de más intimidad.
En otro contexto el tipo de decoración que hay aquí podría parecer excesiva o recargada, pero en este lugar da la sensación de que todo está exactamente donde debe estar; cada pequeño elemento encaja y es fundamental para mantener la armonía del conjunto.
Hay que tener en cuenta que los jueves y viernes está cerrado, y que a veces tienen el local reservado para las “High Tea Parties” que ofrecen allí; un evento tipo brunch en el que por 25 euros por persona puedes probar una gran selección de sus productos.
Echadle un vistazo a su cuenta de Instagram y ya me contaréis si apetece o no pasarse por aquí. ¡A mí me encanta!
Os dejo con alguna foto más por aquí, y también en nuestro Flickr.