Llegó el buen tiempo a Bélgica, los días ahora son más largos, y es el mejor momento para disfrutar al máximo de un paseo a la última hora del día, al atardecer.
En esta bella ciudad de Amberes, no será por sitios perfectos para esto, pero hoy os explicaré por qué el puerto es uno de mis favoritos.
Desde épocas ancestrales, el ser humano y el agua como elemento, siempre han tenido una relación de fascinación. Quizás sea por eso de que somos un 70% de agua, quizás por eso de que no es un elemento constante y palpable como tal. El caso es que, el mero hecho de ver agua nos relaja. Oír su movimiento sinuoso, tiene la facultad de tranquilizar hasta a el más inquieto.
Esto hablando del ser humano como especie, sin entrar ya en gustos personales, pues si nos referimos a una persona que aprecie el arte de la náutica, la mar o los navíos… ¡Aquí le da un pampurrio!
Ya sabréis que Amberes tiene el segundo puerto más grande de Europa, después de Rotterdam en Holanda. Un auténtico paraíso para los marineros y amantes de las embarcaciones. Pero yo no me refiero a éste gran puerto de kilómetros de extensión.
Por donde yo os recomiendo caminar al atardecer, es por el puerto deportivo, delante del museo del MAS, donde hasta el menos entendido de la marítima, puede quedar absolutamente impresionado con los lujosos barcos recreativos, los elegantes y estilizados veleros, o algún que otro auténtico barco pirata.
Será la mágica luz, será el terminar un buen día, será el caminar pausadamente que hace rejuvenecer… Pero pasear por el puerto y no pararse a admirar estas maravillosas obras, ¡es imposible!
Cómo no fisgar por las ventanas de los barcos e imaginarse las peculiares historias de los propietarios: ¿será un grandote marinero de esos con tanta experiencia como para ser llamados “lobos de mar”?, ¿será una parejita jubilada cuyo sueño siempre fue hacer la suficiente fortuna para darse a viajar por todo el mundo?, ¿será un descendiente de los corsarios que en otra época sembraban el temor en todo lugar por donde pasaban?…
En un lugar tan inspirante como este, los juegos imaginativos de este tipo están a la orden del día.
Además si después del paseito te entra la sed, tienes en la misma calle un montón de maravillosos bares y restaurantes para reponer fuerzas.
Entre mis preferidos, yo os propongo:
Para una buena y fartona hamburguesa: http://ellisgourmetburger.be/nl
Para las auténticas y mejores albóndigas de la ciudad: http://ballsnglory.be/hungry/antwerp/?lang=en
O si vamos de gala, para un gran evento, seguramente el sitio más elegante de Amberes: http://felixpakhuis.nu/