El mastel es una de las especialidades flamencas más antiguas conocidas; además, está reconocido como producto regional flamenco tradicional. Es originario de Gante, aunque también solía hornearse en Bruselas y en Pajottenland. Actualmente, continúa estando muy bien acogido por las gentes de Flandes oriental, pero ha desaparecido prácticamente en el resto de lugares. Así que, si visitas algún pueblo en esta región, no pierdas la oportunidad de comprar unos cuantos en la panadería más cercana.
En este punto os preguntaréis, ¿pero qué es exactamente el mastel? Es un tipo de pan redondo con una hendidura en el centro y con un ligero toque a canela. Algunas personas dicen que se parece a un bagel, aunque yo creo únicamente se parece en la forma y para nada en sabor.
De manera tradicional este pan se corta por la mitad, se unta en mantequilla y se espolvorea con azúcar moreno. A continuación, se coloca entre papel de aluminio y se plancha. Sí, se plancha, con una plancha de la ropa. Este proceso carameliza el azúcar y a su vez da al mastel su característica forma plana.
Sin embargo, las opciones con este pan son infinitas: hay quienes los comen con un chocolate caliente y quienes prefieren rellenarlo de algo salado y comerlos como si fuesen el pan de un bocadillo. Los mastels no son complicados de preparar, pero sí que requieren tiempo. Así que, si no te gusta madrugar, los puedes preparar para la merienda. Yo he seguido la receta de Stefan Elias para este post, que, por cierto, tiene un libro donde detalla las recetas más tradicionales de la cultura flamenca.
¡Vamos manos a la obra con la receta!
INGREDIENTES (16 mastels)
- 250 g de harina de trigo
- 30 g de levadura de panadero
- 2 huevos
- 30 g de azúcar moreno
- 30 g de mantequilla
- 125 g de leche entera
- 4 g de sal
- 2,5 g de canela
Ingredientes que todos tenemos en casa, ¿cierto?
PROCEDIMIENTO
- Desmenuzar la levadura en un cuenco grande, añadir la leche templada y un huevo y mezclar hasta que la levadura esté disuelta.
- Con la temperatura a temperatura ambiente, mezclar con el azúcar. Una vez ambas estén integradas, añadir la harina, la sal y la canela y volver a mezclar.
- Mezclar los ingredientes secos con los húmedos y amasar hasta que la masa esté elástica.
- Dejar leudar durante aproximadamente treinta minutos.
- Separar en porciones de unos 50 gramos y formar bolas. Colocar en una bandeja lo suficientemente separados para que no se peguen entre ellos cuando la masa vuelva a subir.
- Dejar reposar durante quince minutos más.
- Presionar ligeramente el centro de cada bola con el pulgar, pero sin atravesar la masa. Coger la masa entre las dos manos, con los pulgares en el centro y girarla entre los dedos. La idea es que quede plana en el centro y los bordes queden gorditos.
- Pintar con el otro huevo batido los mastels, prestando especial atención a la hendidura que hemos creado en el centro.
- Dejar que suba durante media hora más y hornear a 225 °C durante 7 u 8 minutos, dependerá de tu horno.
- En este paso ya puedes hacer con ellas lo que más te apetezca. Yo las he rellenado de jamón y queso, porque me gusta más lo salado, pero también las podéis rellenar de mermelada y queso crema o plancharlas con papel de aluminio como en la forma tradicional.
- ¡Hora de disfrutar! En mi casa fueron todo un éxito.
VIDEO RECETA:
Soy Soledad Mínguez y vengo de un pequeño pueblo en Castilla La Mancha, aunque he estudiado en Valencia; una ciudad bastante acogedora, verde y bonita, por cierto. Actualmente, me encuentro cursando mi último año de Máster en Ingeniería Aeronáutica de la Universitat Politècnica de València y gracias al programa Erasmus puedo disfrutar de este año en Bruselas.
Bruselas goza de una mala fama inmerecida: es aclamada por muchos turistas como ciudad sucia, fea, con poca vida nocturna y escasa oferta cultural. Llevo en la ciudad ya cinco meses y estoy aquí para demostraros lo contrario, es un lugar que tiene mucho que ofrecer. Pero no sólo hablaremos aquí sobre Bruselas, sino de toda la región de Flandes.
Durante los próximos meses compartiré con vosotros todas mis aventuras y aquellas cositas que he ido descubriendo. Mi principal objetivo es transportaros a la cultura flamenca, y ojalá, animaros a visitar esta maravillosa región. Juntos descubriremos la gastronomía típica de la región de Flandes, os conseguiré los mejores truquitos y compartiré las recetas, para que vosotros también podáis degustarlas aun estando tan lejos. ¡Pero no todo queda ahí!, también conoceremos a artistas y estilistas belgas, adentrándonos en el mundo de la moda flamenca y su historia.