¡Buenos días queridos lectores! ¿Cómo va eso? Espero que todo bien
Hoy vengo a hablaros de mi último viajecito por Bélgica a la ciudad de Malinas. En realidad no sé bien como referirme a ella. Merodeando en internet he encontrado que, territorialmente es más grande que Bruselas centro, pero claro, tiene menos habitantes. Yo he decidido llamarla ciudad dormitorio, sí. Es quizás la mejor forma de expresar como una pequeña village puede tener un sentido tan acogedor.
Os cuento un poco
No se tarda más de tres horas en «patearla» de arriba a abajo y he de reconocer, muy a mi pesar, que en estos tiempos no es el mejor momento para hacer turismo. Las calles están muy vacías y me resulta un poco triste moverme por una ciudad sin ruido. Aunque es verdad que, en algunas ocasiones, tiene su parte positiva.
El estilo vuelve a ser el mismo clásico Belga, fachadas independientes y con alturas triangulares que, en su conjunto, recogen la plaza original del casco antiguo. Aunque los servicios no esenciales estén cerrados, aún quedan bastantes tiendecitas en el centro donde poder encargar comida para llevar; en concreto justo la de la plaza me ha resultado muy bonita. Es casi como un café-pastelería de madera con cocina artesanal y, a título personal, deliciosa.
Encontraréis también, a pocos pasos de este lugar, la espectacular Sint-Romboutskathedraal o Catedral de San Rumoldo y su gran torre, que por cierto, es considerada patrimonio de la humanidad junto con otras 55 entre Bélgica y Francia. El edificio se empezó a construir allá por el 1200 pero no se terminó hasta mucho más adelante, bien entrado el siglo XVI. Dentro es bastante espectacular, y además podréis bajar a la cripta donde se encuentra la tumba del cardenal y los arzobispos.
En general me gustó todo bastante, pero hay algo amigos... que no se me puede escapar contaros. Yo que siempre os traigo sorpresas, hoy también vengo a deciros que si visitáis esta ciudad no os podéis perder.…
El parque botánico de Malinas | Kruidtuin Mechelen
Aquí presente la frikifan de comer y sentarse en los parques naturales a disfrutar del sol y la compañía. (Os haré un buen ranking con los más chulos de Amberes no desesperéis) Yo es que parece que he salido de una romántica película británica. Este sitio de verdad que me ha dejado boquiabierta. El parque está super cuidado y acondicionado para sentarse, pasear, hacer ejercicio, llevar a los niños o sacar al perro, vete tu a saber. Tiene un pequeño charco en el centro y una explanada de madera con escalones para sentarse justo en frente del parque infantil. Repleto de bancos y un puente que cruza el riachuelo; aviso a fotógrafos: buen landscape para lucirse.
Os he dejado por aquí algunas fotitos, pero claro, nada que ver con estar allí vosotros mismos. Saludos con una sonrisa de oreja a oreja!
Mi nombre es Eva Herrero y soy la nueva corresponsal Erasmus para las ciudades de Amberes y Lovaina. ¡Estudio cuarto de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Salamanca y estoy muy contenta de poder compartir de hoy en adelante todas mis experiencias con vosotros!
Solo llevo aquí un día, pero me ha bastado para comprender que Bélgica es el país de las bicicletas, la ciudad está repleta de ciclistas y las calles están perfectamente acondicionadas, aunque el caos entre transeúntes a veces resulte inevitable.