¿Necesitas comprar algo pero no quieres gastarte mucho dinero? ¿O simplemente andas en busca de alguna reliquia antigua con la que ornamentar tu casa?
Sea cual sea tu necesidad, los domingos por la mañana en Gante son días de mercadillo, y en la plaza Vrijdagmarkt (concretamente detrás de la plaza, al lado de la Bij Sint-Jacobs) se prepara el mercadillo de segunda mano, un rastrillo donde los ganteses vacían sus cajas almacenadas del altillo y se pueden encontrar artículos de ocasión.
Desde ropa, discos, vinilos, cuadros… hasta el más aparentemente inútil objeto del que siempre alguien consigue sacar provecho.
Lo mejor es ir prontito (aprovechando que las noches de los sábados en Gante suelen ser relajadas) y echar un vistazo, ¡los precios valen la pena!
Está hasta las 13h abierto, ¡aunque si llueve recogen antes! Así que si os aseguráis (aunque difícil es) de que el domingo será un día soleado, ¡mejor que mejor!
Sugerencia: si después de la visita al mercado os entra hambre, en la misma plaza Vrijdagmarkt hay un restaurante llamado Pittoresk donde hacen una sopa de tomate buenísima que además viene acompañada de pan y mantequilla, por tan solo 3’50€.
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!