En el artículo anterior hablamos sobre el gusto por el cómic en Flandes y te prometí que visitaría el museo belga del cómic. ¡He cumplido esa promesa! Pasé un fantástico día en Bruselas. Primero fui al parlamento europeo y, después de comprar unas patatas fritas, me acerqué al museo.
Hago un pequeño inciso para decirte que casi todos los museos de Bruselas son gratis el primer miércoles de cada mes. Así que, si tienes la oportunidad, pásate por la capital ese día. Aparte, puedes sacar el pase de museos de Bélgica. Cuesta 59€, pero te sirve durante todo un año y te permite acceder a cientos de museos alrededor de toda Bélgica. Yo lo tengo y, realmente, te recomiendo sacártelo. Ahora, ¡vamos a descubrir el museo belga del cómic!
Una joya no solo por lo que guarda
Puedes creer que exagero un poco con este subtítulo, pero, de verdad, pienso que el museo belga del cómic es una joya no solo por lo que guarda, sino por el edificio en sí. Sigue el estilo art nouveau, al igual que otros muchos edificios de Bruselas como, por ejemplo, el museo de la música. Si estamos ante el art nouveau, el arquitecto que se nos viene directamente a la cabeza es Victor Horta. Fue discípulo del arquitecto predilecto de Leopoldo II, Alphonse Hubert François Balat. Horta colaboró con Balat en la creación de los invernaderos reales de Laeken, un sitio que no puedes perderte si andas por Bélgica en el mes de abril.
Descubre los orígenes del cómic
Esta es una de las exposiciones permanentes del museo. Al visitarla, se te plantea la pregunta: ¿qué es un cómic? Hoy en día, un cómic es un producto que resulta de la combinación de palabras e imágenes que, de manera conjunta, construyen una narrativa visual, es decir, cuentan una historia. No obstante, para hallar los orígenes del cómic tenemos que centrarnos en la imagen misma.
¿Cuándo empieza el ser humano a comunicar y contar historias a través de imágenes? Desde la prehistoria con las pinturas rupestres. En un sentido histórico, la lectura era un privilegio de las clases adineradas. Incluso antes de comunicar mediante la palabra, el ser humano comunicaba mediante elementos visuales. Podría decirse que las tiras de cómics las inventaron los monjes de los monasterios cristianos, quienes vieron la necesidad de reproducir los textos sagrados mediante ilustraciones, ya que los fieles no sabían leer.
¿Cuándo aparecen las primeras tiras cómicas? En el siglo XIX, se incluían caricaturas en los periódicos y revistas para así ampliar las páginas de lectura y poder introducir más publicidad. Con el tiempo, se comprobó que el público se había aficionado a estas caricaturas y hubo quienes vieron en esta afición una oportunidad maravillosa de hacer negocio.
Los elementos básicos del cómic
Al continuar la visita, aprenderás cuáles son los elementos básicos del cómic. Una de sus partes indispensables son las viñetas, nombre con el que nos referimos a los recuadros que contienen la acción de la historia. Estas guían al lector a través de la narrativa. Luego, tenemos los globos o bocadillos, que contienen las palabras de los personajes y adoptan distintas formas según el tono de voz. En las cajas se recogen los textos adicionales (descripciones, pensamientos y comentarios del narrador). También encontramos distintas onomatopeyas que ayudan al lector a imaginar los sonidos que juegan un papel en la narrativa. Aparte, he de destacar los paneles y las páginas. Un panel es un conjunto de viñetas. La página sería la unidad completa que recoge los paneles con sus viñetas correspondientes. Por otro lado, en el cómic todo comunica: los colores, las formas, la distribución de las imágenes, las palabras o la ausencia de ellas… Constituye así una narrativa total. El lector debe prestar especial atención para descubrir el simbolismo de todos estos elementos y entender cómo contribuyen a la historia.
Homenaje a los grandes maestros
La exposición rinde homenaje a algunos de los grandes creadores de la tira cómica. Figuras como Charles Schulz (Peanuts), Bill Watterson (Calvin y Hobbes) y Winsor McCay (Little Nemo) tienen su espacio destacado, mostrando cómo sus trabajos han dejado huella en el mundo del cómic. Por otro lado, como no podría ser de otra manera, Hergé (Las aventuras de Tintín) y Peyo (Los pitufos) guardan un lugar especial en la exposición como maestros del cómic belga y protagonistas de su época dorada.
El museo se convierte en un cómic
Llega el momento en que el edificio se transforma en un cómic. Las paredes adquieren color, hay objetos dibujados en las paredes y texto escrito e incluso puedes interactuar con el espacio, por ejemplo, abriendo y cerrando cajones, encendiendo luces o escuchando sonidos de videojuegos a través de un auricular. He de decir que esta fue mi sección favorita.
La biblioteca
El museo incluso dispone de una biblioteca de cómics, pero no cualquier biblioteca, ¡sino la más grande del mundo! ¡Tiene más de 6.000 ejemplares!
Su horario de apertura es de lunes a domingo desde las 10:00 hasta las 18:00 horas.
La tienda de cómics Slumberland
Localizada en la planta baja del museo, al igual que la biblioteca. Tiene el mismo horario de apertura que esta última y que todo el conjunto del museo (10:00-18:00h). En Slumberland puedes encontrar tanto cómics, como postales, revistas, miniaturas y maquetas.
Información práctica para la visita
Una vez más, me gustaría recordar el horario de apertura del museo (10-18h). Es muy importante consultar los horarios para visitar cualquier sitio en Flandes, ya que las tiendas, museos y exhibiciones suelen cerrar muy temprano en comparación con España, especialmente en Brujas, donde las tiendas cierran a las 17:00.
El ticket para adultos cuesta 13€, pero recuerda que puedes conseguir el pase de museos de Bélgica.
Si quieres pasar toda la mañana en Bruselas, al salir del museo, puedes visitar el Palacio Real a solo 15 minutos andando, el Manneken Pis y el Museo de la Ciudad de Bruselas.
Si entre visita y visita te apetece una cerveza, te recomiendo probar las de las abadías de Trapa. Están consideradas las cervezas más artesanales. Si para comer te apetece darte un homenaje, en Beergarden puedes almorzar por unos 20€ por persona. Si buscas algo más económico, bajando por la calle del gremio de los panaderos encontrarás Friterie Tabora y Fritland. Las patatas típicas de Bruselas son las llamadas «Metraillete». Finalmente, para terminar con un buen gofre, prueba Waffles Obe.
Espero que pases un día estupendo por Bruselas. Esta ciudad está llena de actividades, será imposible que te aburras. Si necesitas cualquier consejo, ¡déjame un comentario!
Un abrazo,
María.
Soy una estudiante sevillana de la Universidad de Sevilla. Estudio la carrera de Filología Hispánica.
Me encuentro actualmente realizando un Erasmus en Gante durante el primer semestre. Volveré a la ciudad en julio para la realización de unas prácticas extracurriculares en el centro de idiomas de la Universidad. Mis pasiones son viajar y escribir. Estoy disfrutando mucho de mi estancia en Flandes.