La semana pasada cuando estuve en Bruselas, uno de los días acabó con una visita en el museo del cómic. Está situado muy cerca del centro, en Rue des Sables, 20. Pero antes de llegar, os recomiendo que hagáis una parada en la Galería Sint-Hubert, también conocida como Galería real. Esta construcción del s. XIX tiene dos partes: la galería del rey y la galería de la reina. Jean-Pierre Cluysenaar fue el arquitecto. Durante ese siglo fue un punto importante en la vida de Bruselas. Era un referente en la vida social, además fue el primer edificio en Bruselas con un techo de vidrio y metal.
Pasear simplemente hasta el otro lado, veréis que aún hoy sigue habiendo una gran concentración de comercios. En su interior, casi llegando a Rue de l’ Ecuyer, esta la chocolatería Neuhaus. Ahí fue dónde la familia Neuhaus inventó el primer bombón relleno.
- Museo del Cómic:
El edificio que lo alberga es el último realizado por Victor Horta, arquitecto del Art Nouveau. Esto se puede apreciar en las continuas alusiones a la naturaleza. La lámpara de la entrada recuerda a un árbol así como las barandillas tienen formas florales. A mi me encantó, muy elegante.
La primera parte de la exposición esta dedicada al proceso de creación del cómic. Desde que surge la idea hasta que llega al editor.
El segundo piso en su mayoría habla sobre Titín, y Hergé –su creador–. Hay numerosas fotos y viñetas sobre cada uno de sus personajes. Fue gracias a Hergé que la tradición del cómic se difundió por los hogares de Bélgica. La guía nos daba la clave del éxito de Tintin, basado en la multiplicidad de caracteres sin fijar que forman su personaje:
El estilo de Hergé es de linea clara: toda del mismo grosor…
Tintin es nadie: su personalidad no definida hace que el lector pueda proyectar sus propios sentimientos en él.
Algo curioso: En su nacimiento (1929) ¡Tintin no tenía flequillo! Fue al cabo del tiempo que su creador decidió acentuárselo. ¿Os imagináis? Qué sería de Tintin sin su famoso tupé…¡Nada que ver! : D
Tintin es todos: Tintin puede también adoptar cualquier forma, ligándole al resto del mundo.
También es un arquetipo del héroe clásico...
En Bélgica el cómic es como mínimo un arte. Y como tal lo representan en este museo. Reconozco que no soy una gran lectora de cómics, pero tanto para el espectador que lo es, como para el que no; el museo te abre una ventana a éste medio, el cual gozaba de gran popularidad en el siglo XX.
Por supuesto, en la tienda encontraréis todo y más en relación con el cómic : )