Como ya os adelanté la semana pasada, durante el mes de septiembre Gante se convierte en la meca de la música gracias a la 58 edición del Gent Festival. Un festival que cuenta con una gran programación de acciones musicales tanto en interiores como en exteriores. Todos ellos en espacios singulares y característicos de la ciudad.
¿Sabéis dónde fue este fin de semana? En Parkbos, en una preciosa zona verde al sur de Gante. No es de extrañar que cuando los primeros rayos de sol se dejaron ver en la ciudad todos nos fuimos dirección Parkbos. Allí había una cita eludible con la música y la comida para foodies.
De 11 de la mañana a 21 de la noche un conjunto de unas veinte caravanas, aproximadamente, ofrecían de forma ininterrumpida comida de calidad sobre ruedas. Entre ellas bocadillos vegetales, bocadillos de ternera, hamburguesas con deliciosas salsas, pinchos, costillas, tacos, nachos y cómo no ¡patatas fritas! El tesoro dorado y crujiente de Bélgica.
Todos tenían cabida en el gran picnic de Parkbos. De hecho predominaban las familias sobre los grupos de amigos, ya que la organización había instalado una gran zona infantil donde los niños podían jugar a todo tipo de juegos al aire libre. También había rutas especiales para los ciclistas y como curiosidad, en algunas paradas de la ruta les esperaban a los ciclistas bandas de música a modo de pequeños conciertos. Era un festival vintage con espíritu libre, natural y ecológico.
Para mi fue la primera vez en un festival con estas características. Nunca había asistido a una zona verde tan grande con tantas furgonetas y caravanas de comida ¡y me encantó! Porque además de comer y escuchar música, pude hablar tranquilamente con gente de diferentes países que también están en Gante disfrutando de su experiencia Erasmus. Espero que los rayos de sol vuelvan a aparecer en Gante y que permitan instalar más festivales como Parklife.