Bélgica es un país de reducidas dimensiones y el medio más eficiente para moverse de una a otra ciudad es el tren. Aquí, los locales parecen tener sus trenes totalmente bajo control, desde los horarios hasta las combinaciones. Pero… ¿qué pasa con los demás? ¿Qué pasa con los que llegamos aquí y no tenemos ni idea de nada? Hoy os traigo la app que os salvará el pellejo: National.
Podría incluir en este post cómo funciona la aplicación, pero es cien veces mejor que, de manera autodidacta, empecéis a mirar por vuestra cuenta. Veréis enseguida lo intuitiva que es la plataforma y las muchas ventajas organizativas que ofrece.
En resumidas cuentas:
National proporciona las rutas más óptimas desde el punto de partida hasta el destino final que hayas introducido. Te dice qué trenes coger, dónde cogerlos y a qué hora. Incluso calcula los tiempos de cambio de tren en aquellos casos en los que es necesaria una combinación. Estos cálculos no solo están disponibles para los trenes a corto plazo, sino también para trenes que saldrán dentro de horas, días e incluso meses. Aunque tal preparación a largo plazo no suele ser común, tener los datos siempre disponibles es algo que crea seguridad y dice mucho de la organización belga.
Pero esto no acaba aquí. National no solo tiene en cuenta los trenes, sino que también proporciona información sobre las rutas de metro, bus y tranvía, lo cual es muy útil para moverse dentro de ciudades flamencas como Gante. Para rizar el rizo, puedes incluso poner filtros a tu viaje con respecto a la duración máxima que quieres que tenga o al número de cambios de transporte que tendrás que hacer durante el mismo.
A pesar de que la utilidad de la app sería suficiente como para ponerle un precio, esta vez, no es el caso.
ESTA APLICACIÓN MÓVIL ES COMPLETAMENTE GRATIS.
Si estás en Gante, Brujas, Lovaina, Amberes, Bruselas o cualquier parte de Bélgica y te toca moverte de un lado para otro…
¡Déjate de líos y descarga National!
OS ESPERO EN EL PRÓXIMO POST: ¿Por qué una patata frita belga sabe mejor?
Os invito a este extraño lugar. Aunque las visitas no son frecuentes, haremos de esta ocasión la excepción que confirma la regla. Bienvenidos a mi cabeza.
Seguidme, os llevaré a un sitio muy especial. Normalmente, tras esta puerta pintada de colores, uno puede toparse con espaguetis flotantes, junglas de pingüinos o ciudades invisibles… A decir verdad, la mayoría de las veces, ni siquiera yo mismo estoy seguro de lo que me espera al girar el pomo. De todas formas, hoy podéis estar tranquilos. Hoy sí sé lo que hay al otro lado:
Al otro lado está Gante. Y sus calles adoquinadas, clones en bici, música abstracta, dinosaurios, idiomas alienígenas, hechizos y, dentro de esta normalidad, infinidad de locuras.
Lo más seguro es que si os dejase sueltos por este lugar, acabaríais majaras. Como no queremos eso, os lo voy a enseñar poco a poco, durante cinco meses.