¡Por fin! El día que todos esperábamos, el día en el que ha nevado en Lovaina. Aunque había nevado un poco antes, hoy ha sido cuando más ha cuajado, y ya se sabe, la primera nevada es casi mágica. Todos nos sentimos como niños pequeños y salimos a tirarnos bolas de nieve o a hacer muñecos.
La ciudad ha quedado preciosa cubierta de esta manta blanca tan blandita, y la verdad que sienta genial por mucho frío que haga, ¡pero salid con buenos calcetines! Además las bicis derrapan muy fácilmente. Pero vaya, como suelo decir, una imagen vale más que mil palabras, así que aquí va el reportaje.
Y para terminar la mañana, nada mejor que un té calentito para recuperar temperatura, esta vez en Coffee Cup, esquina de Bondgenotenlaan y Leopold Vanderkelenstraat.
Dag!