¡Y llegó! Mi último post para Erasmus En Flandes. Es difícil descubrir lo que uno siente al echar la vista atrás y ver todo lo vivido tras estos 12 meses de Erasmus, dos de ellos como corresponsal de este hermoso proyecto. Sentimientos muy intensos que salen por sí solos al escribir estas líneas. Por una parte, tristeza. Tristeza al mirar la habitación vacía, sin dibujos ni cuadros en la pared, sin esos detalles que vas recolectando en tu paso por el erasmus, sin esas fotos reveladas que pegaste con ilusión el día de tu cumpleaños. Es un sentimiento muy fuerte, os lo puedo asegurar. Por otra parte, incertidumbre. ¿Volverás a ver a esos amigos con los que tanto reíste? ¿Qué será de ti al volver a casa? ¿Es verdad eso de que la experiencia erasmus te cambia? Sólo son cosas que sabrás con el tiempo.
Sin embargo, hay cosas buenas que perdurarán. Como dice Gandalf, en el Señor de los Anillos: «no diré no lloréis, pues no todas las lágrimas son amargas«. También queda la alegría. Alegría de haber tenido la suerte de poder disfrutar esta aventura. Alegría de haber podido conocer a tus compañeros de locuras. Alegría al recordar esos viajes con resaca a través de media Europa. Todo eso queda en la memoria. ¿Y por qué no también ilusión? Ilusión en lo que viene, en el futuro, en aplicar lo que hemos aprendido, no sólo en la «uni», sino de la vida. Porque la vida es un ciclo, hay que cerrar una etapa excelente para comenzar otra mejor. ¡Siempre en positivo!
Quiero agradecer al equipo de Erasmus En Flandes el confiar en mí para llevar a cabo esta misión. En mi primer post, empecemos por el principio, ya os comenté mi inexperiencia en esto de llevar un blog. Ya mencioné que me gustan los retos, y creo que hemos terminado de una manera muy satisfactoria. Con esfuerzo, todo se logra. ¡Fuera miedos, futuros eramus! Gracias a mi familia por todo el apoyo y a todos esos erasmusflanderos que han estado ahí para todo, participando directa o indirectamente.
También quiero agradecer a mi querida compañera de «trabajo» (bendito trabajo), Lucía Ramirez, toda la ayuda y el cariño que me ha prestado. Ahí quedan las «bushs» en la Grand Place o el jacuzzi en Oude Mark. Y por supuesto, no puedo olvidar a Pablo Navarro, compañero de profesión y excorresponsal, el cuál me impulsó a echar la solicitud para esta beca.
Desear a mi relevo mucha suerte y mucho ánimo con esta oportunidad. ¡Viva Erasmus En Flandes!
Pablo Tirado, un erasmusflandero más.
Me llamo José Pablo Tirado, soy de un pequeño pueblo de Jaén, Mancha Real, y en estos momentos, mi ERASMUS ha llegado a su fin. Hablo concretamente de mi erasmus académico, porque el sentimiento de esta experiencia te acompaña toda la vida. Sin embargo, no todavía me despido de esta ciudad, mi ciudad, Bruselas.
Hace aproximadamente un año opté por intentar involucrarme en este proyecto: ErasmusEnFlandes. Tras un tiempo, me comunicaron que había sido seleccionado para ser corresponsal durante los meses de verano (Julio y Agosto), junto con mi compañera, Lucía. Al principio, uno no sabe que pensar. Las dudas, el idioma, la residencia, los estudios, las convalidaciones, el miedo a volar, el miedo a cambiar… Un sinfín de cosas que hacen a uno estremecerse. ¡Para añadir encima otra «tarea» más! ¡Ya no sabes que pensar!
Calma. Respira. Mira todo lo que has superado, mira todo lo que has conseguido. Da un paso hacia delante y salta. Salta hacia esta experiencia.
Tras un año de experiencias mágicas, el verano llega. Es entonces cuando mi papel en ErasmusEnFlandes comienza. Hoy publico mi primer post. Durante estos dos meses, iremos juntos de la mano para aprender, valorar, experimentar, sentir y disfrutar de lo que es pasar un verano en esta maravillosa región. A través de este blog podréis seguir en primera persona las actividades y eventos culturales, gastronómicos, deportivos, musicales, etc. Os animo a estar actualizados y seguir el blog periódicamente: si algo tiene la región de Flandes y Bruselas, es la SORPRESA. Solo basta salir a la calle, no importa a qué hora del día, para encontrarse con un escenario cerca de la Bolsa, una actuación en la mismísima Grand Place, o puestos de comida ambulantes (FoodTruck) en el centro de Mont Des Arts.