Hoy os vengo a presentar un pedacito de Asia en Bruselas: el Parque Laeken.
Este parque se encuentra a las afueras de Bruselas, justo en los alrededores del Atomium. Pero resulta ser mucho menos conocido que este último, y por ello, mucha gente que visita el Atomium se olvida de visitar esta maravilla pese a que estén al lado.
El parque Laeken es muy grande, y alberga numerosos atractivos como los Invernaderos Reales, el Castillo de Stuyvenberg…pero yo os vengo a hablar de una parte concreta de este parque, los llamados Museos de Extremo Oriente. Esta es una parte del jardín mandada construir por Leopoldo II para albergar una colección de arte japonés de los siglos XVI al XVIII.
En la zona de los Museos de Extremo Oriente encontramos tres edificaciones principales que os llamarán la atención: la torre japonesa, el pabellón chino y el museo de arte japonés.
La torre japonesa os llamará la atención por sus dimensiones, y es que en fotos parece mucho más pequeña de lo que es realmente. Tiene 34 metros de altura. La decoración exterior fue realizada en Japón, y el interior es de estilo art Nouveau, muy propio belga. En el interior de la torre se encuentra la colección dedicada a la porcelana decorativa japonesa, que en los siglos XVII y XVIII se encargaba a Japón por parte de las familias más poderosas europeas.
En el pabellón chino se encuentra una gran colección de cerámica china. Lo que más me impresionó fueron los detalles dorados de su recargada fachada
Tanto la torre japonesa como el pabellón chino fueron construidos para la Exposición Universal de París de 1900, y comprados a París por el rey belga Leopoldo II.
Los tres edificios tristemente no se pueden visitar por dentro, pero sin duda merece la pena verlos por fuera.
La manera más sencilla de llegar hasta el parque es en tranvía, en las paradas de Araucaria o De Wand (líneas 3 y 7).
¡Espero que os guste!
Soy de Madrid y estudio tercero de ADE+Marketing en la Universidad Francisco de Vitoria. En Bruselas estudio en ICHEC.
Llevo tan solo 5 días en Bruselas y ya está siendo una experiencia increíble. Ya he conocido los lugares más famosos y representativos de la ciudad, y he conocido a muchísima gente con la que estoy disfrutando un montón. Ya estoy enamorada de sus calles, de sus parques, de su arquitectura, ¡de su gastronomía… ¡No puedo esperar a ver todo lo que queda por llegar!
¿Por qué Bélgica? Yo elegí Bélgica principalmente porque quería mejorar el francés, y la ventaja que tiene Bélgica es que está en el centro de Europa Occidental, y cuando el COVID lo permita se puede llegar rápidamente y muy barato (ya que el transporte público tiene un precio muy asequible) a países como Holanda, Francia, Luxemburgo o Alemania. Además, dentro de Bélgica ya hay mil ciudades increíbles que visitar como Brujas, Amberes, Gante, Lovaina… y al ser un país pequeño no tardas nada en ir de un sitio a otro. De momento no he tenido la oportunidad de visitar Bélgica más allá de Bruselas, pero lo estoy deseando.