El Ommegang es mucho más que solo el espectáculo en la Grand Place, el centro de la ciudad se llena de actividades diferentes que nos transportan a la época de los grandes nobles, las justas, los gremios y las cofradías.
En el Parc Royal mientras tomábamos una Ommegang, pudimos disfrutar de la recreación de un pueblo medieval en la que todos los oficios estaban representados, del cirujano al herrero, así como de espectáculos de aves rapaces y lo más impresionante: unas justas medievales.
Para abrir boca primero un hubo unos combates a espada, bastante encarnizados por cierto, en los que también pudieron participar los niños.
Tras una batalla campal de niños contra escuderos (con espadas de espuma) que se saldó con la gloriosa victoria de los pequeños, dejaron paso a los grandes caballeros y sus imponentes caballos para las justas.
Las justas
Los cuatro caballeros estaban repartidos en dos equipos, el belga y el francés, tras las pertinentes y pomposas presentaciones dio comienzo la justa.
Primero realizaron una serie de pruebas de precisión, velocidad y habilidad para, habiéndose ya tomado la medida, enfrentarse unos a otros con lanzas. La victoria estuvo muy reñida y hubo que ir al desempate.
El concurso de tiro con ballesta
Cambiando de escenario, al lado de Notre Dame du Sablon, se reunieron dos cofradías de ballesteros, el Grand Serment Royal et Noble des Arbalétriers de Notre-Dame du Sablon (de negro) et les arbalétriers du Grand Serment Royal et de Saint Georges (de rojo), exactamente en el mismo lugar donde la archiduquesa Isabel abatió un pájaro sobre la flecha de la iglesia en 1615. Perpetuando la tradición, se enfrentaron para conseguir la flecha de oro y con ella el privilegio de desfilar en el Ommegang.
La victoria fue para el Gran Serrement Royal que desfilaron orgullosos con su flecha de oro hasta la Gran Place.
Aquí os dejo un fragmento del animado y colorido desfile.
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