Del 27 de febrero al 31 de mayo el Museo Bozar de Bruselas acoge la exposición “The Sultan’s World“, exhibiendo obras renacentistas con el imperio Otomano de protagonista. La colección pretende mostrar la fascinación de los artistas occidentales de la época así como la influencia del mundo islámico en el pensamiento renacentista.
La exposición comienza retrazando la caída de Constantinopla y como este acontecimiento empuja a intelectuales, diplomáticos, humanistas y artistas a interesarse por esta cultura. Toda la exposición se centra en subrayar este encuentro entre dos mundos y cual fue su resultado artístico.
Personalmente, os animo a realizar esta visita, en primer lugar por una serie de cuadros impresionantes cuya vista compensa por sí sola la visita, como la representación de la Batalla de Lepanto, la de la Historia de Ester, o los retratos de los sultanes.
Desgraciadamente no encuentro fotos de la segunda obra sin embargo el cuadro es magnífico y 100% recomendable. La pintura representa la historia del Antiguo Testamento de Esther, judía y casada con un rey persa. El padre adoptivo de Ester viene a visitar al rey para implorar su ayuda al haber provocado la ira del ministro Haman por no haberse arrodillado ante él, lo que provocó que Haman amenazase con matar a todos los judíos del país. Esther visita al rey entonces, acto que se castiga con la muerte, pero finalmente, gracias a un juego de intrigas y a su astucia, consigue salvar al pueblo judío y Haman es castigado. El cuadro, que desgraciadamente no puedo enseñaros, muestra a Esther avanzando hacia el rey, con una impresionante muchedumbre donde llaman la atención los trajes de estética oriental.
Como decía los retratos de los sultanes tampoco tienen desperdicio y de hecho han sido empleados para el anuncio de la exposición por toda la ciudad.
Son igualmente llamativas las obras que muestran a las hijas y esposas de los sultanes, mezclando la estética otomana con el estilo pictórico italiano.
Y es que uno de los elementos que subraya la exposición son las estrechas relaciones entre el Imperio y los artistas italianos, especialmente venecianos. Llama la atención la cantidad de obras presentes de autores que os sonarán como Bellini, Paolo Veronese, Tiziano o Boticelli.
Igualmente recomendables son los objetos otomanos recuperados como armas, alfombras, instrumentos matemáticos, incluso máscaras que imitaban un rostro otomano y que servían en países occidentales, a la hora de las representaciones de batallas en fiestas y ferias organizadas en las cortes.
Para terminar, he de decir que las mejores piezas están allí y es difícil encontrar imágenes en Internet (no dejan hacer fotografías dentro del museo) que hagan justicia a la exposición, así que os animo a ir y a hacerlo los miércoles, donde por ser menores de 26 años podréis entrar por solo dos euros.