A apenas una hora de viaje desde Gante (70 Km) se encuentra la ciudad costera de Ostende (Oostend), en la región de Flandes Occidental. Esta ciudad, que era ya famosa como ciudad balneario y de veraneo en el siglo XIX, en la actualidad sigue siendo un destino turístico diferente de los más típicos de la región Flamenca, con una playa que no tiene nada que envidiar al litoral español, así como una iglesia neogótica impresionante, diversos museos, y, en definitiva, todo lo necesario para una excursión perfecta.
Si algo caracteriza y diferencia a Ostende es su playa: de arena blanca y fina, es ideal para un día de sol. Además, te impresionará por su longitud y su paseo marítimo. Tanto para tumbarse sobre la arena como para tomar algo mirando el atardecer (una vista increíble, por cierto), la playa de Ostende es un lugar que merece la pena visitar.
No obstante, no todo es playa. Ostende, donde, por cierto, se firmó en 1866 el pacto homónimo que conduciría a la Primera República Española, está salpicada con rincones y edificios que merece la pena visitar.
En primer lugar, podremos visitar el “muro del Atlántico”, construido por la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de impedir una invasión aliada sobre el territorio bajo su control. Esta fortificación, así como otros sitios de interés, se encuentran en la vecina localidad de Raversijde. También podremos visitar la casa de James Ensor, precursor e influente en algunas de las vanguardias artísticas del siglo XX como el expresionismo o el surrealismo, y que vivió la mayor parte de su vida en esta localidad.
Por otro lado, y más acorde con la idea que tenemos asociada a Flandes, en Ostende podemos encontrar la majestuosa iglesia de San Pedro y San Pablo, obra noegótica que destaca por su elevada fachada y su interior. Aunque las vidrieras fueron destruidas en las guerras mundiales, actualmente el interior no deja de estar colorido por estos elementos, ya que han sido repuestos. También destacan las esculturas de su interior, algunas de un realismo impresionante.
Si apreciamos otro tipo de visitas, la ciudad de Ostende tiene más que ofrecer: cuando yo la visité, a mediados de Octubre, se encontraba en plena feria de Octubre (u Oktoberfoor), por lo que si elegís estas fechas para visitarla, podréis subir a la noria, diversas atracciones, juegos, eventos…es una idea diferente. Además, y por si esto fuera poco, la ciudad alberga el Acuario del Mar del Norte, donde conviven en torno a 60 especies marinas y que podremos visitar por 2€ (y 1 los adultos).