El pueblo de Oostduinkerke, a unos 20 km al suroeste de Ostende y lindando con la frontera francesa, es una pequeña pedanía perteneciente al distrito de Koksijde. Hoy en día es un destino vacacional costero donde muchos belgas pasan sus veranos disfrutando de la playa. Sin embargo, Oosduinkerke es el último lugar en el mundo donde se sigue pescando camarones a caballo. Esta tradición se remonta más allá del siglo XVI, y era práctica común en los lugares costeros del Mar del Norte, como la costa francesa, inglesa y holandesa, debido principalmente a su baja profundidad. Sin embargo, este tipo de pesca se sigue aquí produciendo todos los veranos, y por ello ha sido reconocido por la Unesco.
Los pescadores, con sus impresionantes caballos brabanzones, transcurren el camino que les separa del paseo marítimo a la zona de la playa, donde el agua ha retrocedido bastante debido a las fuertes mareas del Mar del Norte. Esto permite a los caballos adentrarse en el mar varios metros para conseguir los camarones. Grandes carros son también arrastrados hasta la costa, donde transportan las grandes cestas de mimbre donde guardarán la mercancía, y las largas redes necesarias para la pesca. Todo este ritual es seguido por cientos de personas que acompañan a los animales durante todo el proceso. Muchas familias vienen con sus hijos únicamente para disfrutar del espectáculo, que la verdad es digno de verse. Al llegar a la playa, los pescadores montan el los anclajes necesarios para que no se suelte la red, y durante media hora pescan los ansiados camarones. Una vez de vuelta, los pescadores seleccionan cuidadosamente los camarones grises, y devuelven al mar el resto de fauna marina, llenándose el lugar de gaviotas para darse un auténtico festín.
Después, los pescadores recogen todos sus bártulos y vuelven al paseo marítimo, donde los camarones son cocinados y se pueden degustar por el simbólico precio de un euro. Una tradición flamenca de alto contenido cultural e histórico, que congrega a miles de visitantes cada verano en este pequeño pueblo de la costa del Mar del Norte. Si queréis disfrutar de esta tradición, podéis consultar el calendario aquí.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.