Estamos en Navidad, y para que no quepa ninguna duda Amberes se viste con los símbolos navideños por excelencia: el árbol, las luces, el mercado… y cómo no, ¡la pista de hielo! Ahora sí, la ciudad está completa.
Si bien en el sur de Europa puede no ser tan común, cuando llega la Navidad al norte no hay ciudad en la que no se monte una buena pista de hielo. Amberes, como bien sabéis, nunca se queda rezagada, y este año ha encontrado hueco en Groenplaats para situar su pista de patinaje bajo una cúpula de luces doradas.
Al caer la noche, la plaza se llena de gente que se acumula en los tenderetes navideños para degustar los productos típicos de estas fechas, y más tarde se unen todos para patinar en la pista de hielo, creando un torbellino bajo la atenta mirada de la estatua de Rubens.
Todo junto, las figuras danzantes en el hielo, las luces suspendidas sobre la pista, y la catedral iluminada en el fondo, crean un retablo nocturno en el que se fusionan las sombras y el fulgor de las bombillas, una imagen que merece la pena capturar en el recuerdo.