¿Te apetecería viajar en el tiempo hasta la edad dorada de Amberes? Cerca de la Catedral de Nuestra Señora, en la calle Pelgrimsstraat 15, en el bar Pelgrom, puedes disfrutar de una auténtica experiencia medieval. Pierde la noción del tiempo y el contacto con el mundo exterior y adéntrate en una verdadera experiencia culinaria.
Es difícil decidir si Pelgrom es más un museo o un bar. Fue construido en 1533 como una de las doce casas señoriales idénticas que fueron mandadas construir por orden de una señora rica de la ciudad. Actualmente es la única de estas doce casas que se conserva. El bar incluye un museo que expone una recreación de la casa de principios del siglo XVI. Una curiosidad: aunque en aquella época las casas se construían de madera, esta casa era de piedra y poseía un suministro de agua privado. Durante las dos grandes ferias anuales de Amberes, el local almacenaba de manera temporal las mercancías de los comerciantes.
En una sala subterránea de paredes de ladrillo y columnas de piedra, sin cobertura ni electricidad, alumbrados con la tenue luz de las velas puedes disfrutar de una agradable velada con amigos. Para terminar de transportarte a otra época, el sentido del oído es deleitado con música clásica de fondo. Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle para recrear un auténtica atmósfera medieval, desde la decoración hasta los cubiertos.
Soy Marina y desde hoy hasta junio soy la corresponsal de este blog en la ciudad de Amberes. Estudio Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación en inglés y alemán en la UAM . Tal vez no lo sepáis, pero tanto el inglés como el alemán tienen una hermana no tan agraciada actualmente: el neerlandés. Por lo tanto, si sabes inglés y, especialmente, alemán ya tienes mucho camino recorrido en el aprendizaje de esta lengua (con nada más y nada menos que 38 millones de hablantes). Con lo cual, aprender neerlandés resulta una oportunidad difícil de desperdiciar (la típica oferta 3×2).
Por otro lado, resulta casi imposible evitar admirar la belleza de Flandes y sus ciudades portuarias, que nos dejan estampas dignas de ilustrar postales de Navidad. Paseas por Amberes y degustas de manera gratuita infinidad de sabores y matices del arte: el arte religioso y mitológico, el arte gastronómico, el arte moderno, el arte de la aristocracia, el arte de la moda e incluso el arte industrial.