¡Queridos lectores!
Durante los meses que llevo aquí he visitado varios museos y por ello he conocido a muchos artistas nuevos. Entre ellos algunos más famosos como los grandes Maestros Flamencos y algunos que a pesar de no tener tanto nombre también me han llamado la atención. Todos ellos son únicos y su arte también, pero es cierto que una cosa comparten, todos son hombres.
Es una realidad que en casi todos los museos la mayoría de los cuadros son pintados por ellos. Hay poca representación femenina, y sobre todo hablando de siglos pasados. Sin embargo, aunque eran minoría, también hubo pintoras flamencas y hoy vengo a hablaros de dos de ellas.
Gerardina Jacoba van de Sande Bakhuyzen
Fue una pintora nacida el 27 de julio de 1826. Empezó a pintar desde niña, ya que fue su padre el también pintor Hendrick van de Sande Bakhuyzen quien le enseñó. Durante su carrera alcanzó varios éxitos como, por ejemplo, recibió la medalla de plata en la Exposición Universal de París y expuso en las Graffton Galleries de Londres.
El estilo al que se le asocia es el realismo del s. XIX, y de sus obras destacan sobre todo sus bodegones y naturalezas muertas en las que se puede apreciar un gran detallismo. En total, pintó más de 1000 cuadros que se encuentran alrededor del mundo. Por ejemplo, algunas de ellas están en el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y el MSK de Gante que es donde yo tuve la oportunidad de ver con mis propios ojos la que os dejo a continuación.
Murió en la Haya el 19 de septiembre de 1895, y aparte de un gran legado de cuadros, su trabajo abrió el camino para otras mujeres artistas.
Jenny Montigny
También fue una pintora flamenca y más concretamente nació en Gante el 8 de diciembre del 1875. Es en esta ciudad donde empezó a formarse estudiando en la Academia Real de Bellas Artes. En 1898 se casó con el también pintor Alfred Bastien y en la casa de la familia fue donde creó la mayoría de sus obras.
Destaca principalmente por ser una de las mayores exponentes del luminismo belga, el cual se centra en la representación de la luz y el color. Ella trabajaba creando atmósferas luminosas y vibrantes, utilizando pinceladas sueltas y colores puros. Por ello, muchos de sus cuadros eran sobre la naturaleza, paisajes y frutas o flores en bodegones.
Se pueden encontrar obras suyas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes y en el Museo Real de Bellas Artes de Gante. En este último tuve la oportunidad de ver la obra que veis abajo, que a mi parecer es la más impresionante de todo el museo.
Ahora ya sabéis un poco más sobre dos artistas flamencas. Ambas dejaron un gran legado de obras y sobre todo su trabajo sirvió de ejemplo para muchas otras mujeres que también querían dedicarse al arte. Como por ejemplo, Maria Faydherbe, Clara Peeters, Michaeline Wautier y Catharina Pepijn. ¡Espero que os haya gustado!
Mireia Prados
Soy de Sant Joan Despí (un pueblo de las afueras de Barcelona), tengo 20 años y actualmente debería empezar tercero de Publicidad y Relaciones Públicas en la UPF. Y digo debería porque este curso va a ser un poco diferente a los anteriores, ya que voy a hacer un Erasmus en Bélgica. De hecho, por eso decidí presentarme para ser corresponsal, y no tuve ninguna duda en la categoría que quería cubrir
Me considero una persona organizada, trabajadora y creativa a la que le encanta estar con su familia y amigos. Además, también me encantan los animales y viajar. Y aunque ya estuve hace unos años en Bélgica y me enamoré del país cuando visité Gante, Brujas y Bruselas, no tuve la oportunidad de conocer Amberes, que es donde voy a estar viviendo