Quizá no es la mejor época del año para viajar a los campos verdes de Flandes, pero siempre merece la pena y, en la vida como estudiante en Gante, los fines de semana me permiten salir de la ciudad y hacer alguna excursión. Flandes es como un libro muy pequeño pero con infinitas páginas. En esta ocasión, pasé página a un capítulo con letra más pequeña llamado “Flandes Occidental”. Veamos a ver si conoces algo de estas ciudades ¿Sabías que en Ypres tuvieron lugar tres de las batallas más conocidas en la I Guerra Mundial y que la ciudad fue reconstruida? ¿Y sabes por qué las flores de amapolas se usan como símbolo? A continuación te presento mi experiencia por Flandes Occidental, una región de campos verdes, llenos de amapolas y con pequeñas ciudades y municipios donde viven más de un millón de belgas.
Qué ver
Veamos el mapa e imaginémonos, de manera aproximada y en línea recta, cómo se organiza la región de Flandes de este a oeste a partir de las ciudades más conocidas: primero Lovaina, luego la capital Bruselas, después Gante y finalmente Brujas. Mientras que Gante es la capital de Flandes Oriental, Brujas lo es en Flandes Occidental, localizada en la punta nordeste de la provincia. Lo que significa que en el resto de la provincia hay otras ciudades menos conocidas pero con nombre propio, con una plaza principal de igual o incluso mayor tamaño que Amberes o Lovaina, con mercados, festivales y mucha historia detrás.
Ypres
Ypres es una de las ciudades más populares y más visitadas entre los ingleses, alemanes y franceses. ¿Por qué? En los alrededores de la ciudad se extienden los cementerios de los soldados y víctimas que murieron en las tres batallas de la I Guerra Mundial que sucedieron en Ypres. Esta ciudad fue, de este modo, rodeada por los diversos frentes en este enfrentamiento mundial. En consecuencia, la ciudad quedó destrozada en 1919.
Ante esta situación, se plantearon 3 opciones para la ciudad: dejarla cómo estaba (en ruinas y en memoria de aquél enfrentamiento), reconstruirla nuevamente o reconstruirla pero de manera idéntica a cómo estaba previamente. En este escenario resulta entendible que los ciudadanos que vivían en Ypres decidieran reconstruirla y llevarla de vuelta a su estado original.
Dada las tres batallas que tuvieron lugar en Ypres y los frentes que rodearon la ciudad, nos encontramos con decenas de cementerios extendidos alrededor de Ypres. Yo acudí a tres, de los más famosos, muy cerca de la ciudad: Tyne Cot (cementerio inglés con cerca de 12o00 tumbas), St Charles de Potyze (cementerio militar francés más grande de Bélgica) y Menen Wald (cementerio alemán más grande de Europa).
Museos
En la ciudad se encuentra el “Flanders Fields Museum” por si quieres conocer un poco más de cerca las consecuencias de la I Guerra Mundial en la región.
Más popular es el “Memorial Museum Passchendaele“, donde a lo largo de este año se conmemoran a las víctimas de aquellos enfrentamientos. Para llegar hasta aquí en autobús desde Ypres: coge el número 94 dirección Roeselare.
Monumentos
Así mismo, en Ypres se sitúa la Puerta de Menen, inaugurada en 1927 para conmemorar a los soldados británicos y de todas las mancomunidades asociadas que fallecieron en los puntos de conflicto de la I Guerra Mundial de Ypres y cuyas sepulturas permanecen desconocidas. Así, una banda toca bajo esta Puerta todos los días a las 20h para recordar a todos los soldados fallecidos (y lleva tocando absolutamente todos los días desde el año 1928).
Mi estancia
Yo viajé en tren hasta Ypres desde la estación Sint-Pieters de Gante (dirección Poperinge). Tarda solo una hora y diez minutos.
Después, me alojé en Moorslede (un municipio pequeño de la ciudad de Flandes, sin nada turístico, tan solo prados y más prados verdes…). Como curiosidad, cada 11 de noviembre (día nacional en Bélgica, conocido como el Día del Recuerdo o de las “Amapolas”) la gente que lo desea coloca una flor de amapola en las estatuas de los soldados que lucharon en aquellas batallas, estas situadas en muchos municipios por Flandes, como es el caso de Moorslede.
Durante la estancia, visité también la ciudad de Roeselare, que aloja el museo nacional de ciclismo de Bélgica. Desafortunadamente, a día de hoy está siendo restaurado.
También viajé al pequeño pueblo de Kemmel, que es famoso por sus rutas de bicicleta y por tener uno de los picos más altos de Bélgica (se llama Kemmelberg y mide 156 metros).
Por último, seguramente en televisión, en documentales o en algún libro sobre la historia de Flandes habrás visto las flores rojas que se extienden por Flandes. “Poppie” es como la llaman aquí (o sea, flor de amapola) y son un símbolo de memoria a todos los soldados que murieron en los campos de Flandes Occidental durante la I Guerra Mundial. A modo de anécdota, y que me ha conmovido bastante, termino esta entrada con un poema de un médico canadiense que participó en las batallas de Ypres y que dedicó a un amigo y soldado que murió en esos enfrentamientos.
Un poema de guerra (de John McCrae)
En los campos de Flandes (versión traducida In Flanders Fields).
En los campos de Flandes se agitan las amapolas
entre las cruces, hilera sobre hilera,
que marcan nuestra morada, y en el cielo
cantan valientes las alondras, en vuelo
silencioso entre los fusiles allá abajo.
Somos los muertos; hace pocos días
vivíamos, caíamos, contemplábamos la luz del amanecer;
amábamos y éramos amados, ¡y ahora yacemos
en los campos de Flandes!
Proseguid la lucha con el enemigo:
Os arrojamos, con nuestras manos exangües,
la antorcha; que sea vuestra y la alcéis.
Si perdéis la fe en nosotros, los muertos,
¡no podremos dormir, aunque crezcan las amapolas
En los campos de Flandes!
Puedes ver todas las fotos en el álbum de Flickr “Flandes Occidental”