En #ErasmusGante no nos cansamos de repetir que la ciudad tiene una magia muy especial. No solo por sus edificios históricos y el carácter de su gente, sino porque su ambiente vibrante y sus promesas de cientos de historias ocultas, acaban enamorando a todo viajero que tiene la suerte de pasar por aquí. Hoy nos proponemos, con unas pocas imágenes, mostraros algunos ejemplos de por qué Gante nos tiene enamorados. Aunque, como siempre decimos, es mejor vivirlo que verlo… ¡así que aquí os esperamos!
Farolas que se encienden y apagan en Sint-Veerleplein
La plaza de Sint-Veerleplein, situada junto a Gravensteen o Castillo de los Condes, esconde un secreto muy especial. Es posible (si eres un afortunado) que un día estés paseando por esa plaza y veas cómo las farolas se encienden y apagan, emitiendo una especie de flash. Esto se debe a que el sistema de iluminación está conectado al hospital de maternidad de la ciudad, y cada vez que un niño nace en Gante, las farolas de Sint-Veerleplein parpadean. Como explica la placa en el suelo de la plaza, esta parte de la ciudad está dedicada a todos los niños de Gante. ¿Mágico, verdad?
La leyenda del Mammelokker:
En la fachada de la antigua vivienda del carcelero de la ciudad, encontramos una estatua en honor a la leyenda de Cimón, un prisionero condenado a morir de hambre y de sed. La leyenda cuenta que, tras ser encarcelado, era su hija la única que acudía a visitarle, cada día. Los días pasaban y el prisionero seguía aferrado a la vida, para sorpresa de toda la ciudad. El día del juicio se descubrió que su hija, en sus visitas, amamantó a su padre para que sobreviviera. En ese momento, el juez, asombrado por la bondad de la escena, absolvió al prisionero de todos sus delitos. La Caridad romana se encuentra esculpida, desde entonces, en los muros del centro histórico de la ciudad. La estatua se conoce como Mammelokker (Lokker: amamantar, Mamme: pecho)
Un Manneken Pis en Gante
Para sorpresa de muchos, y aunque la figura del Manneken Pis es tradicionalmente típica de Bruselas, también tenemos uno en Gante. En el número 17 de la calle Kraanlei encontramos una figura en honor a Balduino, hijo de Felipe de Alsacia. Este pequeño debía ser el travieso de la familia, y en una procesión dirigida por el abad de Gante, vio su oportunidad para desnudarse y enseñar su entrepierna a todos los fieles. El abad, cuenta la leyenda, lanzó una maldición convirtiendo al pequeño en un Manneken Pis de piedra para siempre. Eso sí, esta vez, con una hoja de parra. A su lado, desde 2014, contemplan el canal Luna y Lena, dos Meisjes Pis.
Rincones escondidos: Hot Club de Gand
En Gante debes pasear con los ojos bien abiertos, pues hay bares y tabernas increíbles que, aunque siempre dan la bienvenida a los turistas, no son tan fáciles de encontrar. En su interior, la magia de la noche belga.
Costumbres inesperadas: dar tu zapato para pedir una cerveza
Nunca sabes qué puede pasar cuando pides una cerveza. Hemos hablado ya muchas veces de la que es tal vez la taberna más famosa de Gante: el Dulle Griet. Si pides una cerveza Kwak, tendrás que entregarle uno de tus zapatos al camarero. Lo meterá en un cubo que, mediante una polea, se sube hasta el techo del bar mientras tocan una campana. Esta tradición se debe a que los vasos de esta cerveza (recordemos que cada cerveza tiene su tipo de vaso exclusivo) son muy valiosos, y en la antigüedad tendían a robarlos. No te preocupes… ¡te devolverán tu zapato!
Naturaleza mágica
Por último, no podemos olvidarnos de los colores otoñales que bañan Gante en esta época del año… ¡y que añaden su contribución a la magia de Gante!
¿Buscas más fotografías de Gante, Lovaina, Bruselas o Amberes? Echa un vistazo a nuestro Flickr.
artículo anterior