Amberes, a pesar de no tener mar, tiene el segundo puerto más grande de Europa. Esto se debe a que el río Escalda (Schelde) es navegable, y a que la posición del puerto, tierra adentro, hace que tenga una ubicación más central en Europa.
Antiguamente, el puerto estaba alrededor del Castillo de Steen, sin embargo, en el siglo XIX, debido a su gran crecimiento, lo trasladaron, por lo que actualmente está situado al norte de la ciudad, contando con una extensión de 12.068 ha, es decir, unos 17.000 campos de fútbol. Todo está conectado por vías fluviales, ferroviarias y carreteras, llegando a transportar más de 223 millones de toneladas al año.
El puerto proporciona empleo a más de 60.000 personas en Amberes y unos 15.000 en Flandes, y está en constante crecimiento y desarrollo. En 2007, la antiguas oficinas del puerto se quedaron pequeñas por lo que se decidió reubicarlas y concentrarlas.
Se eligió el dique Kattendijk, en el cual se encontraba la antigua estación de bomberos, por lo que se decidió conservarla, darle un nuevo uso y expandirla para proporcionar alojamiento a los trabajadores administrativos del puerto. Además, al estar a orillas del agua, beneficiaba la construcción sostenible, transportando los materiales por agua, lo cual era muy importante ya que los valores del puerto son la sostenibilidad y el futuro.
Para ello, se organizó un concurso de arquitectura siendo el diseño de la famosa arquitecta Zaha Hadid el elegido, el cual combinaba el presente y el pasado con su propuesta.
Tras analizar el edificio existente, se decidió realizar un nuevo volumen que flota sobre la antigua estación de bomberos, respetando sus fachadas y marcando el eje que conecta el puerto con la ciudad de Amberes.
La ondulada y acristalada fachada, está dividida en facetas triángulares planas hacia el sur, y poco a poco se transforman en más tridimensionales hacia el norte, creando un volúmen transparente y tallado. Esto hace alusión al apodo de Amberes, ciudad de los diamantes ya que se asemeja a uno.
Además, el edificio está en constante cambio ya que refleja el agua y el cielo, cambiando de color y tonalidad según la luz. Contemplarlo durante el amanecer, el día o el atardecer es completamente distinto y sorprendente.
La entrada del edificio viejo conduce al patio en el que se encuentra la recepción y una de las “patas” sobre las que se apoya el nuevo edificio y por la que se accede a él. Desde el ascensor puedes contemplar cómo sales de la antigua estación de bomberos y te adentras en la ampliación de Zaha Hadid.
La mayoría de las facetas triangulares son transparentes por lo desde su interior puedes contemplar unas impresionantes vistas panorámicas hacia el río Escalda, la ciudad y el puerto. Algunas de estas facetas son opacas, por lo que crean una mezcla equilibrada que controla la iluminación natural y la carga solar, favoreciendo un diseño sostenible y eficiente de energía.
La arquitectura de Zaha Hadid se caracteriza por el movimiento por lo que en su interior, las líneas no son rectas, se curvan, se ondulan y se quiebran, creando formas imposibles, lo que le da esa sensación de movimiento a todo.
Normalmente no se puede acceder al edificio, sin embargo puedes reservar visitas guiadas individuales o en grupos en su página web.
¡Acércate y descubre la última joya arquitectónica de Amberes!
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.