Portus Ganda es donde nació la ciudad de Gante durante los siglos IX y X. Antiguamente llamada Ganda (que proviene de la palabra celta que significa “confluencia”), surge de la intersección de los ríos Lys y Escalda.
Este lugar hoy en día es uno de los rincones más nuevos de Gante (inaugurado en 2005), un puerto deportivo donde se concentran multitud de parques, puentes y, cómo no, cientos de barcos amarrados. En sus alrededores, además, se encuentran numerosas catedrales e iglesias, como la Iglesia de San Juan o la Catedral de San Bavón, y también se encuentra la piscina Van Eyck, una piscina renovada al estilo art déco que fue la primera piscina pública cubierta de Flandes.
Éste es a la vez el lugar donde los ganteses celebran cada año la llegada del nuevo año, con un espectacular show de fuegos artificiales.
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!