Hacer este post de despedida no es solo cerrar mi etapa como corresponsal Erasmus, sino también despedirme de Amberes, una ciudad que se ha convertido en mi hogar. Pero si hay algo con lo que quiero que os quedéis de mi estancia en Bélgica, es lo inesperadamente encantadora que es.
Al empezar como corresponsal, me propuse descubrir la verdadera cultura belga, más allá de los estereotipos y las ideas preconcebidas. Quería entender su esencia, vivir su día a día y, sobre todo, compartir con vosotros todo lo que hiciera de este país un lugar especial. Desde el principio, me sorprendió lo mucho que Bélgica tiene por ofrecer y lo poco que, a veces, se reconoce su valor. Me da mucha pena cómo se la subestima tantas veces, reduciéndola a mala prensa, cuando en realidad es un lugar increíble, lleno de historia, belleza y autenticidad.
Bélgica no es solo lluvia y burocracia; es arte, es cultura, es gastronomía, es comunidad. Es una forma de vivir con sencillez pero con carácter, con una mente abierta y un corazón acogedor. Y eso es algo que nunca olvidaré.
Amberes, en particular, me ha acogido con los brazos abiertos y me ha hecho sentir en casa desde el primer momento. Aquí he encontrado una ciudad vibrante pero tranquila, donde la vida fluye sin prisas, donde cada rincón tiene una historia que contar. Me he sentido en paz, llena de vida, completamente a gusto. Desde los paseos en bicicleta hasta las tardes en cafés acogedores, desde las conversaciones con gente de todas partes hasta la calidez de los mercados y terrazas siempre animadas.
De mis múltiples reflexiones sobre la experiencia, me quedo con que Bélgica es un «give it a moment country». No es un destino que deslumbre a primera vista ni que busque impresionar con grandes gestos, pero si le das un momento, si te permites explorarla con calma y sin expectativas preconcebidas, acaba conquistándote de la forma más auténtica posible.
Bélgica no grita, pero habla con sutileza. No necesita monumentos grandiosos para ser especial, porque su encanto está en los pequeños detalles: en una calle adoquinada con casas de colores, en una terraza llena de gente incluso cuando hace frío, en el aroma a gofre que flota en el aire, en la costumbre de brindar sin prisa con una buena cerveza. Es un país que se revela poco a poco, en la calidez de su gente, en la riqueza de su historia y en la convivencia de culturas que la hacen tan vibrante.
Y, sin darte cuenta, Bélgica se convierte en un lugar del que cuesta despedirse.
Echaré de menos sus bares, sus cervezas y el ambiente estudiantil. Su gastronomía, sus calles adoquinadas, sus casas de arquitectura imponente, sus tiendas de moda con escaparates llenos de estilo. Echaré de menos el ritmo de vida, esa costumbre de ir caminando a todas partes, la sensación de estar en una ciudad que respira, que late con el bullicio justo, donde siempre hay un rincón para perderse y sentirse en casa.
En mi corazón guardaré para siempre las puestas de sol reflejadas en el río Escalda, la mentalidad abierta y acogedora de su gente, la libertad , las flores que llenan sus plazas y mercados, y ese aroma a dulce que flota en cada esquina.
Aunque sea el mayor tópico de la experiencia Erasmus, de verdad he sentido que Amberes ha sido más que un destino y poco a poco se ha convertido en mi lugar seguro en el que he crecido y formado una segunda familia. Por eso, gracias por acogerme, por regalarme momentos de pura vida, retos, viajes, nuevas experiencias y crecimiento personal. Me llevo contigo un pedacito de lo que soy ahora, y aunque me toque despedirme, sé que siempre nos quedará un café, una cerveza o una puesta de sol esperándome aquí.
Tot ziens, Antwerpen.
¡Hola a todos! Mi nombre es Lucía Llargués Vilaldach, soy estudiante de Periodismo y Derecho en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Me apasiona la política internacional, la cultura y el arte, tres áreas que me inspiran y me permiten explorar el mundo desde diferentes perspectivas. A través de este blog, quiero compartir con vosotros mi experiencia en Flandes, un lugar lleno de historia, arte y una rica vida cultural. Estoy emocionada por descubrir cada rincón y poder transmitiros todo lo que esta increíble región tiene que ofrecer. ¡Nos leemos pronto!