Hay un elemento que siempre ha estado presente en la vida de la humanidad, independientemente de clase social, procedencia o gusto, y ha existido siempre también, hasta en el pueblo más remoto y pequeño del mundo, un pequeñito local🏠 en el que surgía la magia✨ de la fermentación.
Digamos que este esponjoso y crujiente amigo es patrimonio de la humanidad🌍, ¡y cómo no iba a serlo! Con lo que disfrutamos saboreándolo recién salido del horno, o cubriéndolo de cualquier salsa e incluso, bautizándolo en chocolate🍫.
El olor que desprende es lo primero que capta nuestra atención, convirtiéndonos en verdaderos rastreadores que buscan su tesoro. Y eso es precisamente lo que me ocurrió el pasado martes lectores.
Mientras daba mi paseo matutino, una onda suave🌬 comenzó a juguetear con mi nariz👃🏼, mis tripas comenzaron a rugir🦁y… ¡sorpresa! Me encontraba en una de las mejores panaderías de la ciudad, así como quien no quiere la cosa, ¿o quizá si?
Hablo de, nada más ni nada menos, que de la maravillosa…
🥖PANADERÍA BLOCH🥖
Y obviamente, no pude resistirme a mis instintos más primarios y me lancé a su interior, con tal sensación de apetito, que parecía que incluso los panes me hablaban.
Por si fuera poco esto que os cuento, un despliegue de lo más apetecible se revelaba ante mis ojos, siendo protagonistas de esta increíble visión panes de todo tipo, como Auvernia Blanco🍞con miga de lo más sedosa, Baguette🥖 estilo campestre🌿que crujía con tan sólo mirarla, y Pan de Maslin, para transportarnos a un campo de trigo🌾 al atardecer🌄.
Si los panes os parecen divinos, esperaos a que os cuente su selección sabrosa, compuesta por piezas únicas de coleccionista de momentos gloriosos. La hora de la comida y la cena, se convertirán, si ya no lo son, en tus favoritas, con recetas únicas y exclusivas de la casa como Quiché de Jamón y Queso🧀, tartaletas de Pizza🍕 Mozzarella o Boloñesa, y la joya de la corona para mis papilas gustativas, la Manakish Flambé🥓. ¡De otro mundo panadero, lector!
Y llegó, como siempre en los post de esta corresponsal golosa, la parte dulce, y con Panadería Bloch, la más dulce, siendo algunos de sus productos azucarados estrella la Tarta de Albaricoque🍑, su mítica Cheesecake🥧 y su particular Pecan Pie, por no hablar de los Croissant🥐 de Almendra, los Rollos de Canela o su Brioche Mayette🍞.
Después de todo esto, podéis imaginar que salí de esta panadería devorando unos 50 bollos y panes simultáneamente, pero cómo no hacerlo, con sus deliciosos secretos ancestrales de familia👨👩👦👦 maestra panadera desde 1899, año en el que se inauguró el templo gantés del pan, aunque más tarde tuvo que cerrar debido a la guerra, y no la de los panes precisamente.
Gracias a que esta familia lleva la harina y la levadura en la sangre, en 1958, uno de sus hijos apostó de nuevo por el negocio, convirtiéndose en los 80 en el rey👑 panadero de Gante con sus constantes innovaciones en los hornos y fusión de tradición y vanguardia.
Tras 50 años al frente del rodillo, llegó el momento de cerrar, lo que conmocionó a toda la ciudad, pero…
¡Aleluya! En 2015, se relanzó de nuevo la panadería con el objetivo de continuar la tradición y seguir preservando el espíritu Bloch en la hermosa Gante, porque recordad siempre, el pan🍞 es el alimento indispensable para nuestros estómagos, pero también el imprescindible para nuestras almas.
¡Feliz viernes!
Abrazos panaderos🥖,
Rosa Bleda💛
¡Hola a todos! Mi nombre es Rosa Bleda y soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, aunque realmente no soy madrileña sino manchega, de un pequeño pueblo llamado Hellín. Entre mis cosas favoritas en el mundo están el arte (pertenezco a un grupo de investigación en la UCM), el cine, la música, el gusto por la comida y sobre todo leer, me encanta que me cuenten historias, sin embargo no niego que algún día quisiera contarlas yo.
Mi sueño es ser comunicadora y trabajar en televisión, pero eso no significa que no aspire a más cosas en la vida, ya que el poder dirigir una película, escribir en un periódico o comisionar una exposición artística me resulta bastante tentador. También la idea de doblar algún personaje en un futuro o interpretar una obra de teatro, como La Casa de Bernarda Alba o La dama del alba, y eso que no me llamo Alba.
El motivo por el que elegí Bélgica como país de destino Erasmus, es que siempre me he sentido muy atraída por dicho país y su cultura, uno de mis pintores y comidas favoritas son procedentes de ese mágico lugar, cómo no Magritte y los gofres, combinación majestuosa donde las haya. Pero ojo, que no me olvido de las famosísimas y más que aclamadas patatas fritas, otro de mis favoritos en mi menú personal, aunque también quiero lanzarme a probar todo tipo de plato típico ya que mi sueño frustrado siempre será el ser crítica gastronómica (Ratatouille tiene gran culpa de ello).
Dicho esto, toca desvelar cuál es la ciudad a la que me dirijo a partir de Septiembre de 2020, y que me acogerá hasta que llegue la Navidad y toque volver a casa como el turrón. Mi destino Erasmus es Gante, esa pequeña ciudad portuaria que en tiempos de juglares era la reina de Europa. Seré sincera, tengo muchísimas expectativas en ella, y no es para menos la verdad.