En la primera parte del especial de este mes, os comenté cómo iba a desarrollarse el evento más importante de las próximas semanas: Plaisirs d’Hiver. En las siguientes entradas, vamos a conocer esos detalles técnicos que, de no indagar en ellos, pasarían desapercibidos y, sin embargo, a mí me resultan muy curiosos.
Érase una vez un árbol de Navidad
El protagonista de hoy, no es otro que el magnífico árbol de Navidad de la Grand-Place. Ayer a las 6 de la mañana ya podíamos ver este magnífico abeto tumbado en en centro de la plaza y, cuando lo subí a las redes, muchos me preguntásteis:
¿Es de verdad?
Sí, es un enorme abeto traído del Bosque del Ducado (Hertogenwald), al sureste del país; un regalo de la región valona a la ciudad de Bruselas que mide 22m de altura y fue cortado hace dos días. Este bosque está regulado por una entidad no gubernamental, activa en la certificación para el manejo forestal sostenible cuya etiqueta garantiza que el árbol proviene de bosques manejados de manera sostenible (PEFC).
Las decoraciones del abeto serán transportadas a Bruselas con cuatro camiones los días 24 y 25 de noviembre y, como mínimo, ocho personas estarán encargadas de vestir el árbol con casi 200 bolas blancas y azules, una guirnalda de 1,8 km y alrededor de 40 perlas luminosas. Los colores elegidos vestirán al protagonista para homenajear al país invitado del año: Finlandia.
No obstante, tendremos que esperar hasta el último día del mes, a las 17:30h para poder ver brillar a esta maravilla, en todo su esplendor; inaugurando, como cada año, Plaisirs d’Hiver.